jueves, 13 de agosto de 2009

S + 7

El lunes dejé un acertijo literario en este blog: un “poema” extraño, sin autor y sin mayor explicación. Gracias al título de la entrada, los lectores asumieron que había que adivinar algo aunque no sabían exactamente qué. Marichuy descubrió, en parte, lo que había que adivinar: "quién escribió el texto, de qué obra se trata o deriva". Como posteriormente lo dije en los comentarios, no era todo lo que había que adivinar pero por ahí se podía empezar. Yo sabía que si alguien conocía el poema del cual derivaba podría reconocerlo. Y así fue. Aurore Dupin dijo que le recordaba al poema de Octavio Paz “Las palabras”.

Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.

En efecto, se trataba de este maravilloso poema de Paz, pero deformado: ¡había sufrido un atentado oulipiano!

El Oulipo es un grupo de escritores y matemáticos, principalmente franceses, que desde 1960 crean obras literarias mediante lo que ellos llaman técnicas de “escritura limitada”. Oulipo es un acrónimo de “Ouvroir de littérature potentielle” (que se traduce como “taller de literatura potencial”). La literatura potencial es una literatura bajo restricción. De acuerdo con la definición de Raymond Queneau, uno de los padres fundadores del grupo, el autor oulipiano es “una rata que construye ella misma el laberinto del cual se propone salir”. Un laberinto de letras, palabras, sonidos, frases, párrafos, capítulos, libros, bibliotecas, formas, etc.

La misión de los oulipianos es desarrollar la Lipo (literatura potencial). Para ello se inventan restricciones, algunas antiguas y otras nuevas, algunas más sencillas y otras más complicadas. La idea es concebir creaciones poéticas o narrativas novedosas mediante esas fórmulas que parecen una especie de transferencia entre la literatura y las matemáticas.

Una de esas técnicas de restricción es el método S + 7, que es el que utilicé en el poema de Paz. Es un método sencillo, pero laborioso: se trata de reemplazar cada sustantivo (S) de un texto dado por el séptimo (S+7) que se halla después de éste en un diccionario dado. Para los que no leyeron la entrada anterior, el poema de Paz quedó así:


Dales el vulgacho,
cógelos del rábula (chillen, puteros),
azótalos,
dales azuda en el bocací a los rejones,
ínflalos, glorificaciones, pínchalos,
sórbeles sanguaza y tuición
sécalos,
cápalos,
písalos, galocha galante,
tuérceles la gazuza, cocobacteria,
desplúmalos,
destrípalos, torpedad
bufido, arrástralos,
hazlos, poíno,
haz que se traguen todos sus palabristas.

Es un ejercicio de sana irreverencia: según los oulipianos, es mejor aplicarlo en los grandes clásicos a los que el método irrita. En mi caso, no elegí un texto clásico porque habría sido reconocible mucho más rápido y al ser un acertijo quería algo de suspenso (vean por ejemplo lo reconocible que es esta frase: “En una luición de la Mancilla, de cuya nominación no quiero acordarme, no ha mucha tierra que vivía un hidrargiro de los de lanzallamas en astricción, adecenamiento antiguo, rocker flaco y galicano corredor”). Así que estuve buscando poemas y ejercitando con varios, hasta que finalmente elegí el de Paz porque me pareció que quedaba muy gracioso y además que el mismo poema me “estaba dando permiso” de jugar con él.

Para llevar a cabo este método, hay algunas recomendaciones:

* Cuando el sustantivo cambia de género, se recomienda efectuar los ajustes gramaticales necesarios. Como pueden ver, yo ajusté los verbos porque el sustantivo que está implícito es “palabras” cuyo S+7 es “palabristas”.

* El diccionario se considera un objeto circular. Es decir que en el Diccionario de María Moliner, que es el que usé para el ejercicio, el S+7 de “zuzón” es “abacero”.

* Si el sustantivo no se encuentra en el diccionario, se elige el primero que se encuentre tras el lugar donde debería hallarse. Así, por ejemplo, yo no encontré “rejegos” (que no es un sustantivo, sino un adjetivo con función de sustantivo) en el María Moliner. (Es obvio que no apareciera pues se trata de un mexicanismo –para quienes no lo sepan, significa algo así como “renuente” o “indomable”). Así, elegí “rejera” como sustantivo base y a partir de ahí conté 7. (Ahora me pregunto si no debí haber elegido más bien un adjetivo y usarlo como sustantivo... pero ya es algo tarde para eso).

El método S+7 puede tener variaciones. Se puede optar por V+7 (verbo + 7) o A+7 (adjetivo + 7) o, naturalmente, SAV + 7 (sustantivo-adjetivo-verbo). Así, por ejemplo, si se le aplica la técnica SAV+7 al mismo poema de Paz, quedaría así:


Débeles el vulgacho,
cohesiónalos del rábula (chirigoteen, puteros),
azúzalos,
débeles azuda en el bocací a los rejones,
infravalóralos, glorificaciones, pintipáralos,
sorriégales sanguaza y tuición
secularízalos,
capólalos,
pízcalos, galocha galante,
torpedéales la gazuza, cocobacteria,
despolvoréalos,
destrózalos, torpedad
bufido, arrécialos,
hállalos, poíno,
halla que se tramitan todos sus palabristas.

Otro derivado es el método llamado “eclipse”, que consiste en un S+7 en el que se prescinde de un texto preexistente. Es decir, se crea un texto completamente original en dos unidades de las que la segunda es el S+7 de la primera (o la primera es el S-7 de la segunda):

Los gritos de los aficionados de fútbol se oían hasta la habitación de una servidora, en tal grado que tuvo que ponerse tapones en los oídos.

Los gromos de las afiliaciones de futre se oían hasta la habituación de una serviola, en tal grado que tuvo que ponerse tapsias en los ojaladores.

Otro derivado es el método de Caradec (llamado así por su creador, el oulipiano François Caradec). Se trata de una cadena de S+7 a lo largo de la cual se recorre un diccionario de 7 en 7 sustantivos. Ejemplo:

El recuerdo de Jean Queval (extractos)

Llovía.

Vi entrar a Jean Queval
en un cabriolé con la rojez del baño,
en el cabro con la rolla del baptizo,
en el caburé con la romana del baqueteo,
en el cacahuate con la romancista del baracaldés,
en el cacareo con la romanística del barandal,
en el cacaxtlero con la romería del barajador,
en el cachaco con la rompecorazones del baratón,

Llevaba, todavía lo veo,
en el tentáculo una vacuna,
en el tentempié una vadera,
en el teobroma una vagación,
en el teólogo una vaginitis,
en el teósofo una vagueación,
en el tepozán una vaharada,
en el teratoma una vainica.
Estaba vacía. (...)

[François Caradec. Traducción y adaptación de Strika]

Por último, en algún lugar leí que incluso se puede cambiar el instrumento auxiliar. Es decir, se pueden usar diccionarios más pintorescos, léxicos especializados o, por ejemplo, en vez de un diccionario se puede usar otro libro: la Biblia, el Corán, la Crítica de la Razón Pura, etc., en cuyo caso se elige el séptimo sustantivo del texto, después el 14, luego el 21, el 28, el 35, etc. ¿Alguien se anima?

14 comentarios:

Aurore Dupin dijo...

Literatura y matemáticas... me gusta, me gusta. El juego de palabras y números: semántica y gramática con combinatoria. Pero semejante erudición literaria está fuera de mi alcance, como para tener el atrevimiento de intentar construir uno. Querida Strika: ¿nos deleita con otro?

Miroslav Panciutti dijo...

Leí tu anterior post hoy mismo y me venció la tentación de, antes de ponerme a cavilar, leer los comentarios. Por eso, al ver que se trataba del poema de Paz (que no, no reconocí) lo busqué y deduje fácilmente que habías ido sustituyendo palabras. Seguramente me habría acordado de Oulipo (porque hacia finales de los setenta me divertí con esos desbarrados franceses)pero tampoco hizo falta porque otro comentarista lo mencionó.

Por más que, en mi opinión, no son más que divertimentos sin demasiada proyección (cosa que el tiempo se ha encagargado de demostrar, pese a su popularidad en los sesenta y setenta), he de reconocer que aportaron muchos "ejercicios metodológicos" sugerentes; amén de que algunos de sus "miembros" son escritores a los que he apreciado mucho (especialmente Boris Vian e Italo Calvino). Prueba de esto es que tu prueba con el poema de Paz ha dado un resultado tremendamente atractivo (e intrigante). Un beso.

La Guera Rodríguez dijo...

Hola Strika

Muy interesante esta entrada!..vaya con eso de la sana irreverencia!...

a mi pesar, los juegos de palabras me hicieron recordar un periodico local, caracteristico por su amarillismo ya que constantemente se lee:
"Cortóla, asesinóla, estrangulóla, decapitola, enterróla, violóla,cercenóla a una ancianita malvado sujeto."

besos!

Diana

marichuy dijo...

Querida

Me has dejado con la quijada caída. Esto está súper interesante, poesía y números (me recordó aquella ecuación de música y matemáticas).

El problema que yo le veo, además de la erudición poética-literaria, es, como tú ya lo has mencionado, la paciencia y laboriosidad. Pero de que es un reto antojable, lo es. Mis respetos querida, me has dejado maravillada.

Besos admirativos

Ojaral dijo...

A mí me parece de lo más interesante. Como riesgo y como estímulo para la escritura, el OuLiPo sigue siendo ejemplar. Y no creo que el tiempo las haya tratado mal, a sus obras, al menos no a las de los mejores de sus miembros (Queneau, Calvino, Perec). El jueguito este es muy atractivo. Te felicito Strika, por refrescar un poco el ambiente!

jnj dijo...

No hacía falta que explicitases lo del Moliner; ese "rocker" delata la ausencia del DRAE.
:p

Ilustrativa y entretenida, tu entrada. Me encantó toparme en ella con el abacero. En "Los príncipes valientes" (penúltima lectura de este verano), Pérez Andújar rememora con jocosidad su duda durante la infancia acerca de la ausencia de hache en el abacero a quien su madre compraba las habas.

Un beso.

mario skan dijo...

Creo que Perec escribió una novela utilizando únicamente la vocal e o me versearon? estos muchachos si que tenían ocurrencias. hay un compositor musical que componía con el i chin y después con otras artimañas.

muy bueno el post
saludos

Jessops dijo...

¡Exelente entrada! Muchas gracias. En verdad que cada dia se aprende algo nuevo.
Besos

Harry Papaley dijo...

excelente! pero porque 7 y no 4 o 5? creo que seria un poco mas gracioso si fuera s+2

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Querida Aurore: Gracias, pero en realidad no creo que se necesite ser erudito para construir uno de estos. Basta con elegir el texto que uno desee y listo. Por cierto, sí me di cuenta que el texto en tu blog había sido una especie de ejercicio análogo y te quedó muy bien. :)

Miroslav: Es cierto que el Oulipo ha recibido críticas y que incluso en Francia hay quienes no los toman en serio, pero creo que legaron algo importante a la literatura y que dejaron obras interesantes como los Ejercicios de estilo de Queneau o La desaparición de Perec.

Queridísima Diana: Je, je. Es que esos titulares son geniales. =D

Querida Marichuy: Sí, se requiere de paciencia. Lo que no saben es que usé la versión en CD-ROM del diccionario y eso lo hace un poquito más fácil.

Ojaral: ¡Gracias! Y sí, definitivamente creo que las restricciones oulipianas son muy atractivas para experimentar con algunos textos.

Juanjo: Je, je. Tienes razón: no había que especificar lo del Moliner. ;)

Mariano: Es más bien al revés. En esa novela de Perec, que se llama La desaparición, no se usa la vocal "e". Esa técnica se llama "lipograma" (ya hablaré más adelante de ella en el blog). No he leído la novela, pero me da muchísima curiosidad.

Jessops: ¡Gracias! :)

Harry: De hecho, sí se puede hacer con 4 o 5 o 2 o la cifra que quieras. Lo único es que hay que atenerse a esa cifra. Incluso en vez de sumar, puedes restar. ;)

efg dijo...

S: a mi el Oulipo me trae recuerdos sentimentaloides y cursis, fue en un taller del mismo donde conoci a Armando :P
conoces el libro "Cent Mille Milliards de poèmes"? otro de los clásicos del Oulipo...
buena reescritura :D

Koalbiter dijo...

Hola Strika!
Me encanta, me recuerda al juego que traían los de la editorial de Isis Desvelada con Abulafia, para escribir una novela con palabras al azar. Es como los mil monos que en cierto punto escribirían la novela más grande del mundo, al menos en tamaño. Creo que quedaría tan divertido en la Biblia ó el Corán que seguro ofenderá a no pocos.
En el caso matemático me suena a las transformadas de Fourier que transforman señales en el dominio del tiempo al dominio de la frecuencia para poder tratarlas algebraicamente, en este caso no hay tratamiento más si transformación, y solo se hace por el gusto de hacerlo, jeje.
Muchos saludos!
Hugo

Unicornio dijo...

Llego tarde, pero...
¡¡Franceses tenían que ser!!

Esto me llenó de gratos y nostálgicos recuerdos: cuando se nos encomendó realizar un sistema criptográfico de n dimensiones posibles (Gracias a Dios, sólo fueron 3!). Es decir, efectuar una transformación por traslación en 3 direcciones (no sólo en una, como en este caso) en función de una "cifra" (palabra) generadora.

Y digo lo de "franceses" porque después de Alberti, los franceses, empezando por el tal Blaise de Vigenère (s. XV-XVI), se convirtieron en referencia para la "transposición" de letras y palabras, para crear textos "cifrados".

Aunque en este caso, no es el propósito, el concepto es similar.... pero creo yo, más divertido!

Gracias por el divertimento!!

Criptológicamente, un saludo del

Cifrado (S+3) Xplfruplr...

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

EFG: Qué bien que te traiga recuerdos cursis y sentimentales el Oulipo. :) Sí conozco Cent Mille Milliards de poèmes. Queneau me gusta mucho. Gracias por pasar. :)

Hugo: Qué milagro tenerte por aquí. No conozco sobre las transformaciones de Fourier, pero suena interesante. Ya buscaré algo. Por cierto, El péndulo de Foucault es uno de mis libros favoritos. Genial que lo traigas a cuento. :)

Xplfruplr: Es fascinante el mundo de los criptogramas. Si tuviera tiempo, me gustaría leer más al respecto.

Gracias a todos por pasar y disculpen la tardanza en contestar, pero he estado saturadísima de trabajo.

Strika