miércoles, 18 de noviembre de 2009

Tripodología en Twitter

Hace unas semanas entré al mundo del microblogueo. Así que, mientras publico la próxima entrada, los invito a seguirme en Twitter. Los temas sobre los que tuiteo son más o menos los mismos que se tratan en este blog: lenguaje, traducción, palabras, curiosidades lingüísticas, uno que otro consejo léxico o gramatical y alguno que otro debraye. Tuiteo en español y en inglés puesto que tengo unos cuantos seguidores anglófonos.

Esto no significa que voy a abandonar este blog. Para nada. Se trata solamente de una extensión de Tripodología Felina en 140 caracteres. Aquí seguiré publicando entradas largas acerca de los temas característicos del blog. De hecho, tengo un par de entradas en el tintero, pero he tenido muchísimo trabajo y el poco rato que me queda libre prefiero pasarlo lejos de la computadora. La ventaja de Twitter es que la brevedad y la inmediatez permiten actualizar con más frecuencia.

Los espero en http://twitter.com/Tripodologa

viernes, 6 de noviembre de 2009

Acertijo lingüístico

Aquí tienen una pista de audio en una lengua incógnita. ¿Alguien sabe o puede adivinar cuál es?


lunes, 2 de noviembre de 2009

Décima muerte

Décima muerte - Xavier Villaurrutia

I

¡Qué prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muerto existo.

II

Si en todas partes estás,
en el agua y en la tierra,
en el aire que me encierra
y en el incendio voraz;
y si a todas partes vas
conmigo en el pensamiento,
en el soplo de mi aliento
y en mi sangre confundida,
¿no serás, Muerte, en mi vida,
agua, fuego, polvo y viento?

III

Si tienes manos, que sean
de un tacto sutil y blando,
apenas sensible cuando
anestesiado me crean;
y que tus ojos me vean
sin mirarme, de tal suerte
que nada me desconcierte
ni tu vista ni tu roce,
para no sentir un goce
ni un dolor contigo, Muerte.

IV

Por caminos ignorados,
por hendiduras secretas,
por las misteriosas vetas
de troncos recién cortados,
te ven mis ojos cerrados
entrar en mi alcoba oscura
a convertir mi envoltura
opaca, febril, cambiante,
en materia de diamante
luminosa, eterna y pura.

V

No duermo para que al verte
llegar lenta y apagada,
para que al oír pausada
tu voz que silencios vierte,
para que al tocar la nada
que envuelve tu cuerpo yerto,
para que a tu olor desierto
pueda, sin sombra de sueño,
saber que de ti me adueño,
sentir que muerto despierto.

VI

La aguja del instantero
recorrerá su cuadrante,
todo cabrá en un instante
del espacio verdadero
que, ancho, profundo y señero,
será elástico a tu paso
de modo que el tiempo cierto
prolongará nuestro abrazo
y será posible, acaso
vivir después de haber muerto.

VII

En el roce, en el contacto,
en la inefable delicia
de la suprema caricia
que desemboca en el acto,
hay un misterioso pacto
del espasmo delirante
en que un cielo alucinante
y un infierno de agonía
se funden cuando eres mía
y soy tuyo en un instante.

VIII

¡Hasta en la ausencia estás viva!
Porque te encuentro en el hueco
de una forma y en el eco
de una nota fugitiva;
porque en mi propia saliva
fundes tu sabor sombrío,
y a cambio de lo que es mío
me dejas sólo el temor
de hallar hasta en el sabor
la presencia del vacío.

IX

Si te llevo en mí prendida
y te acaricio y escondo;
si te alimento en el fondo
de mi más secreta herida;
si mi muerte te da vida
y goce mi frenesí,
¿qué será, Muerte, de ti
cuando al salir yo del mundo,
deshecho el nudo profundo,
tengas que salir de mí?

X

En vano amenazas, Muerte,
cerrar la boca a mi herida
y poner fin a mi vida
con una palabra inerte.
¡Qué puedo pensar al verte,
si en mi angustia verdadera
tuve que violar la espera;
si en vista de tu tardanza
para llenar mi esperanza
no hay hora en que yo no muera!