miércoles, 30 de enero de 2008

Europa ya tiene su payaso continental

Así como en América tenemos nuestro payaso continental, los europeos ya tienen también el suyo:

© Guillaume Paumier, CC-by-sa-3.0, from Wikimedia Commons

Claro, cada uno tiene su estilo. El latinoamericano es más tropical, y al europeo le ha dado por sentirse parte del jet set internacional.

domingo, 27 de enero de 2008

Otro tirano que muere sin ser juzgado

Suharto (1921-2008)

sábado, 26 de enero de 2008

Traducir y ser traducido

Me acabo de reencontrar con un libro de Primo Levi (1919-1987) que compré cuando vivía en Francia, y de cuya existencia ya me había olvidado. La versión que tengo es la traducción francesa, y creo que el libro no está traducido al español. El título original en italiano es L'altrui mestiere, lo cual se traduce como El oficio de los otros. El libro recoge cincuenta ensayos (la mayoría publicados primero en La Stampa), que son, en palabras del propio autor, como "ocupaciones de territorios", incursiones en el oficio de los otros, cacerías furtivas en cotos privados, atracos en el país de la zoología, de la astronomía y de la lingüística, todas las ciencias que, por no haberlas estudiado metódicamente, ejercieron en él el encanto prolongado de los amores eternos no correspondidos, y estimularon sus pulsiones de voyeur y de fisgón.

Entre los ensayos, hay uno sobre la traducción que lleva el título de esta entrada. En dicho texto Levi demuestra una gran sensibilidad hacia el oficio del traductor. Y como poca gente, parece comprender muy bien tanto las dificultades como los gozos que conlleva la tarea del traductor. Aquí les presento algunas de sus reflexiones que me parecen muy atinadas:

"Por lógica, el que ejerce el oficio de traductor o de intérprete debería ser venerado, ya que se encarga de limitar los daños de la maldición de Babel; pero generalmente no es nadie: porque traducir es difícil y por ello el resultado del trabajo del traductor suele ser malo. De ahí el círculo vicioso: el traductor es mal pagado, y aquel que podría ser o convertirse en un buen traductor se va en busca de un oficio más redituable.

"(...) el traductor es el único que lee verdaderamente un texto, que lo lee a fondo, hasta el último de sus recovecos, sopesando y evaluando cada palabra y cada imagen, a riesgo de descubrir huecos y voladizos. Y cuando logra encontrar, o incluso inventar la solución para un punto de resistencia, entonces se siente sicut deus, sin por ello tener que cargar con el peso de la responsabilidad que recae sobre los hombros del autor: en este sentido, las alegrías y las penas de la traducción son a las de la creación literaria lo que las de los abuelos son a las de los padres.

"Ser traducido no es un trabajo ni los días hábiles ni los días feriados, no es un trabajo en lo más mínimo; es una semipasividad análoga a la del paciente en la mesa de operaciones o en el diván del psicoanalista, que no obstante le tiene preparadas todo tipo de emociones violentas y contradictorias. El autor que se encuentra cara a cara con una de sus páginas traducidas en una lengua que conoce, se siente, por turnos o de una sola vez, halagado, traicionado, ennoblecido, radiografiado, castrado, pulido, violado, adornado, asesinado. Es raro que permanezca indiferente respecto al traductor, conocido o desconocido, que ha metido las narices y los dedos en sus entrañas: de buena gana le mandaría, por turnos o de una sola vez, su corazón decorosamente empacado, un cheque, una corona de laureles o sus testigos para el duelo".

Fuente: Primo Levi. Le métier des autres. Notes pour une redéfinition de la culture (Traducido del italiano por Martine Schruoffeneger), Gallimard, Paris. [La traducción es mía]

Nota: Como podrán darse cuenta, les he presentado una traducción de una traducción. Pero bueno, yo conocí este texto de Levi gracias a su traductora al francés. Y como decía Borges: "quizá llegue el momento en que una traducción llegue a ser considerada como algo en sí misma".


jueves, 24 de enero de 2008

Una realidad aparte

Ayer, mientras estaba en el cine, unos ventarrones azotaron a la Ciudad de México sumergiéndola en el caos total. Y yo, ni enterada. Cuando salí del cine a eso de las 7 y media, eso sí, vi con sorpresa que las banquetas estaban mojadas como si hubiera llovido. Reforma era un caos vial, avenida Chapultepec ni se diga. Pero por la hora no me pareció anormal. Seguí caminando, mientras los automovilistas, microbuseros y taxistas mentaban madres y tocaban cláxones como degenerados. Cuando llegué a la avenida Durango, la calle estaba sumida en la oscuridad. Hasta me dio miedo y, como precaución, decidí caminar por donde los coches y no en la banqueta. Conforme avanzaba me di cuenta de que el apagón había afectado varias cuadras. Pasé por el Café de Lupita y estaba a oscuras. Había mucha gente, de hecho, muchos de los parroquianos, departiendo alegre y despreocupadamente bajo la luz de las velas. No tenía muchas ganas de socializar, así que me fui a casa. Pensé que tendría que subir por las escaleras y encender velas. Pero curiosamente, cuando llegué, había luz en el edificio. Sí subí por las escaleras, pero como mera precaución y temor claustrofóbico a que se fuera la luz justo cuando tomara el elevador. Encontré mi casa como si no hubiera pasado nada. De hecho había olvidado mi compu encendida, y así la encontré. Y aunque creo que sí se fue la luz porque la hora del horno de microondas se había desconfigurado, no debió de haber sido por mucho tiempo, de lo contrario mi compu se habría puesto a hibernar. Así que ya no reparé más en el asunto.

Hoy, abro los periódicos y me entero de que la ciudad se vio azotada por un fenómeno meteorológico llamado célula convectiva (en mi vida había escuchado ese nombre) que provocó lluvias, fuertes vientos y tormentas eléctricas. Como saldo, se cayeron más de 30 árboles en tres delegaciones, 20 espectaculares en el Periférico y en Constituyentes fueron derribados por los vientos, seis vuelos tuvieron que ser desviados en el Aeropuerto, se cayeron postes de luz, se descompusieron varios semáforos, hubo apagones en casi toda la ciudad y algunos municipios aledaños, hubo choques y creo que hasta tres muertos.

Y yo ni enterada...


miércoles, 23 de enero de 2008

Los fantasmas de Goya

Fui al cine a ver Goya's Ghost, la última película de Milos Forman. El título que le pusieron en México es Goya y la Inquisición. No entiendo por qué hacen eso. Qué manera de condicionar o limitar la percepción de los espectadores... Pero bueno, el asunto de las traducciones de los títulos de películas es otro tema que merece, por cierto, una entrada muy larga en este blog.

Si insisto tanto en lo del título es porque uno podría pensar que la peli quiere enfocarse en el tema de las atrocidades cometidas por el Santo Oficio español, cuando no va por ahí. En efecto, la Iglesia católica aparece una vez más como una institución intolerante y despiadada. Sin embargo, a través del personaje que encarna Javier Bardem (un monje miembro de de la Inquisición que termina como un representante exaltado de los ideales revolucionarios de Napoléon) podemos ver que el fanatismo ciego no es exclusivo de la Iglesia católica.

Creo que el filme no ha tenido muy buena recepción. Es verdad que la película no es perfecta. Las actuaciones dejan bastante que desear. Bardem, si bien es un gran actor, carece de fuerza, no sé si por el hecho de actuar en inglés o por qué. Pero tampoco me parece desastroso. Por cierto, una de las críticas que se le ha hecho a Milos Forman es el haber hecho una película sobre uno de los pintores más importantes de España en inglés. La crítica es tonta, pues además de que Forman no habla español, como él mismo ha respondido, ¿que acaso Amadeus (su obra maestra) estaba filmada en alemán?

En todo caso, ver la película es como ir a ver una exposición de los cuadros de Goya. Es decir, más que retratar la vida del pintor español, retrata la época en que éste vivió, particularmente entre 1792 y 1808. Desde luego hay una trama (un poco telenovelesca en mi opinión), pero no está centrada en Goya (Stellan Skarsgård), sino en otros dos personajes -el del monje (Bardem) y la hija de un mercader que es arrestada cruelmente por la inquisición (Natalie Portman). Goya aparece más bien como un testigo de los acontecimientos. Un testigo ocular porque el pintor se quedó sordo por esa época. Muchas de las imágenes de la película evocan los leitmotivs de la obra de Goya: las matanzas, las atrocidades, los perros en las calles, la miseria y la brutalidad humana. Realmente es como estar viendo su obra. Y creo que es principalmente por eso que vale la pena ver la película.


martes, 22 de enero de 2008

Full moon, feeling good

Vengo regresando de la puya que se celebra cada luna llena en el centro budista donde hago meditación. Estaba tan encogida, tan desganada, que estuve a punto de no ir. Ya saben: las tretas que nos juega la mente para seguir cómodamente instalados en la desazón. Por fortuna no dejé que la abulia me venciera y sí fui. Y ahora regreso con otro semblante. Antes de la puya hubo una meditación, y, aunque no soy ninguna experta y sólo he estado haciéndolo desde hace unos meses, meditar siempre me hace sentir mejor, sobre todo cuando lo hago en grupo. Y para mayor regocijo, luego vienen los cantos y los mantras que se repiten durante la puya. No entiendo bien cómo -y no quiero entender, pues estas cosas no hay que intelectualizarlas demasiado-, pero los mantras tienen realmente un fuerte efecto y ayudan a sosegar la mente.

Una de las partes que más me gustan de la puya es el Sutra del Corazón. El Sutra del Corazón de la Perfecta Sabiduría (Prajna Paramita Hridaya Sutra en sánscrito) es un texto muy antiguo que recoge las enseñanzas del Buda, cuyas palabras me parecen llenas de profundidad. Por eso quiero compartirlo con los pocos lectores de este blog. Creo que hay otras versiones, pero ésta es la traducción poética para recitar:

El Sutra del Corazón

El boddhisatva de la compasión,
cuando meditaba profundamente
contempló la vacuidad de los cincos skandhas
y rompió las ataduras
que le ocasionaban sufrimiento

Así pues,
la forma no es más que vacuidad,
la vacuidad no es más que forma,
la forma es sólo vacuidad,
la vacuidad sólo forma,

sentimiento pensamiento y voluntad
hasta incluso la conciencia
son todo lo mismo

Todo es parte de la vacuidad,
que ni nace ni se destruye,
ni está manchada ni es pura,
ni aumenta ni disminuye.

Así, en la vacuidad,
no existe forma, ni sentimiento, ni pensamiento,
ni voluntad, ni siquiera la conciencia,

no hay vista, no hay oído, no hay olfato,
ni gusto, ni cuerpo, ni mente.

No hay color, no hay sonido
ni olor, ni sabor, ni tacto,
ni nada a lo que la mente pueda aferrarse,
ni siquiera el hecho de sentir. No existe la ignorancia,
ni el cese de la ignorancia,
ni todo lo que proviene de la ignorancia,
no existe la decrepitud, ni la muerte,
ni el cese de ambas.

No existe el sufrimiento,
ni la causa del sufrimiento,
ni el cese del sufrimiento,
ni camino noble que aparte del sufrimiento,
ni siquiera sabiduría que conseguir.
La consecución también es vacuidad.

Así pues,
conoce que el Boddhisatva
sin nada a lo que aferrarse
y morando en la sabiduría Prajña únicamente
se ve liberado de los obstáculos engañosos

y del temor por ellos engendrado
alcanzando el más puro Nirvana.

Todos los Budas del pasado y del presente
los Budas de tiempo futuro
usando esta sabidruía Prajña
alcanzan la visión completa y perfecta.

Escucha pues el gran Dharaní
el mantra radiante e incomparable,
el Prajñaparamita
cuyas palabras alivian todo sufrimiento.
Escúchalo y créelo
que es verdad

Gate gate pargate parasamgate Bodhi svaha
Gate gate pargate parasamgate Bodhi svaha
Gate gate pargate parasamgate Bodhi svaha


lunes, 21 de enero de 2008

Nuit blanche


¿Por qué me rehuyes?
Llévame contigo, Morfeo.




sábado, 19 de enero de 2008

Paralelismos etimológicos



En la revista del avión que tomé para volver de mis vacaciones, leí un artículo sobre las mariposas monarca. Entre otras cosas, el texto menciona la importancia que tenían estos hermosos insectos en los pueblos prehispánicos, que las veneraban y respetaban. Lo que me saltó a la vista es que el nombre náhuatl para designar a la mariposa es papálotl. De ahí vienen algunos topónimos mexicanos como Papaloapan (Río de mariposas) o Papalotepec (Cerro de las mariposas). Infiero que de ahí viene también la palabra papalote --que yo sólo he escuchado en México--, para designar un cometa (el juguete, no el astro). El caso es que papálotl se parece mucho a papillon, que es el nombre francés de este insecto lepidóptero. Sin embargo, no tienen nada que ver. Busqué el origen de papillon, y el vocablo viene del latín papilione, raíz que se conserva también en la palabra catalana papallona.

Me pareció una curiosa coincidencia. ¿Tendrá algo que ver con el efecto mariposa? ;-)


Nota: Por si tienen curiosidad, aquí les van los nombres de la mariposa en algunas otras lenguas:

Alemán: Schmetterling
Griego: πεταλούδα (petaluda)
Hebreo פרפר (parpar)
Holandés: vlinder
Inglés: butterfly
Italiano: farfalla
Portugués: borboleta

lunes, 14 de enero de 2008

Compadrazgos corporativos extraños

Amo el Adobe Acrobat Professional porque desde que lo tengo puedo convertir cualquier tipo de archivo a PDF. Además así puedo proteger mis archivos de la maestría contra la piratería, pues uno nunca sabe... Pero (puesto que siempre hay un pero), tiene un pequeño defecto. Un defecto que por pequeño que sea, es de lo más molesto: no es compatible con Firefox. Y yo navego con Firefox. Ahora, quizás habrá para quienes esa incompatibilidad no represente gran problema, pero quienes hacen investigación académica me entenderán que ese problemita puede ser una verdadera monserga. ¿Por qué? Pues básicamente porque la mayoría de los artículos académicos (papers) serios están publicados en pdf. Entonces, cuando uno se pone a hacer búsquedas en Internet y se topa con un pdf y no lo puede abrir, es demasiado frustrante. Claro, existe Internet Explorer, que sí es compatible con Acrobat Professional y, cuando uno sabe de antemano que va a buscar ese tipo de archivos, puede abrir directamente el explorador de Microsoft (como yo hago). Pero la pregunta es: ¿por qué tengo que hacer eso, si yo odio el Internet Explorer y amo el Firefox? Por eso hablo de compadrazgos corporativos en el título de esta entrada, pues no me parece normal que un programa sólo sea compatible con los productos de una empresa y no de otra. ¿Por qué me obligan a usar un navegador que no me gusta?

Como ya estoy harta del pequeño detalle, busqué actualizaciones para el Acrobat y, en efecto, encontré unas que decían que ya eran compatibles con Firefox. Pasé una hora instalándolas y reiniciando la computadora, ¡y nada! Sigo sin poder abrirlos. ¡Grrrrr! En fin, ya me di por vencida. Ni modo, tendré que seguir recurriendo al explorador de Microsoft cuando sepa con anticipación que busco pdfs, y seguiré haciendo corajes cada vez que en mi navegación me tope con un archivo de ese tipo y no pueda abrirlo.

sábado, 12 de enero de 2008

No estaba muerta, andaba de parranda

Así es. Andaba de parranda. En el mar, donde la vida es más sabrosa. ;) Mi espíritu de contradicción es siempre tan grande que yo salgo de vacaciones el día en que todo el mundo regresa de las suyas. Como debe ser. Bueno, como puede ser --cuando eres free-lance y no tienes hijos. El caso es que estuvimos una semanita en una playa del estado de Guerrero, sobre la costa Pacífico (¿se habían fijado en el oxímoron que forman el nombre del estado y el del océano con que colinda?).

Si quieren saberlo con más exactitud (y latitud), estuvimos aquí:




A ver si alguien adivina (aunque por más que me esforcé la imagen no se aprecia bien...).

En realidad, no hay gran cosa que contar, pero pues no quería que le empezaran a salir telarañas a este humilde blog. Solamente habría que decir que pasamos una semana de lo más a gusto, como suelen ser las semanas en la playa, y que vuelvo al Defectuoso renovada. También bronceada, pues me la pasé en el sol todos los días. Me asoleé, me bañé en el mar, devoré vorazmente (valga la aliteración) Los detectives salvajes de Roberto Bolaño (quizá suba un comentario después), y pensé mucho. ¿De qué pensé? Pues de todo y de nada, de cosas importantes y de cosas sin importancia. Las cosas en que uno suele reflexionar cuando tiene el tiempo para hacerlo.

También vi lindos atardeceres.


Y fauna local...



Y hasta animales de otros ecosistemas...








En fin, que nos lo hemos pasado requete bien, y vuelvo al DF con las pilas recargadas. Ahora sí que empieza el 2008 para mí.


miércoles, 2 de enero de 2008

Entrada monterrosiana


Cuando desperté, la tesis todavía estaba allí.