sábado, 12 de enero de 2008

No estaba muerta, andaba de parranda

Así es. Andaba de parranda. En el mar, donde la vida es más sabrosa. ;) Mi espíritu de contradicción es siempre tan grande que yo salgo de vacaciones el día en que todo el mundo regresa de las suyas. Como debe ser. Bueno, como puede ser --cuando eres free-lance y no tienes hijos. El caso es que estuvimos una semanita en una playa del estado de Guerrero, sobre la costa Pacífico (¿se habían fijado en el oxímoron que forman el nombre del estado y el del océano con que colinda?).

Si quieren saberlo con más exactitud (y latitud), estuvimos aquí:




A ver si alguien adivina (aunque por más que me esforcé la imagen no se aprecia bien...).

En realidad, no hay gran cosa que contar, pero pues no quería que le empezaran a salir telarañas a este humilde blog. Solamente habría que decir que pasamos una semana de lo más a gusto, como suelen ser las semanas en la playa, y que vuelvo al Defectuoso renovada. También bronceada, pues me la pasé en el sol todos los días. Me asoleé, me bañé en el mar, devoré vorazmente (valga la aliteración) Los detectives salvajes de Roberto Bolaño (quizá suba un comentario después), y pensé mucho. ¿De qué pensé? Pues de todo y de nada, de cosas importantes y de cosas sin importancia. Las cosas en que uno suele reflexionar cuando tiene el tiempo para hacerlo.

También vi lindos atardeceres.


Y fauna local...



Y hasta animales de otros ecosistemas...








En fin, que nos lo hemos pasado requete bien, y vuelvo al DF con las pilas recargadas. Ahora sí que empieza el 2008 para mí.


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