lunes, 17 de mayo de 2010

Acolitomanía

Acolitomanía es un neologismo que acabo de inventar. Proviene de los vocablos griegos ακολουθώ (acolito, seguir) y μανία (manía, obsesión), y significa "la obsesión por tener seguidores". Este trastorno es muy antiguo y lo padecieron muchos profetas y falsos profetas. Sin embargo, a raíz del surgimiento de las redes sociales, particularmente Twitter, se ha visto una gran propagación del padecimiento.

Como muchos de ustedes sabrán, Twitter, una de las redes sociales con más éxito en los últimos tiempos, gira en torno al principio de los "seguidores" (followers). A diferencia de otras redes como Facebook o Myspace, cuando alguien decide seguir a alguien en Twitter, la relación no es recíproca. Es decir, el hecho de seguir a alguien no lo hace automáticamente su amigo en Twitter. De este modo, se trata de una red asimétrica en la que el número de "seguidores" y "seguidos" nunca es el mismo.

Aunque abrí mi cuenta de Twitter hace poco más de un año, en realidad llevo sólo seis meses de "actividad tuitera" (lo pongo entre comillas porque tampoco tengo mucho tiempo para atender ese changarro). Pero el caso es que en estos seis meses he notado que muchos tuiteros padecen de una acolitomanía severa. El tema de muchos tuits es sobre los followers que ganaron o perdieron ese día. Mucha gente se desvive con tal de tener miles y miles de seguidores o que sus seguidores sean celebridades. La semana pasada hubo un incidente que lo demuestra: Twitter anunció la existencia de un bug que permitía forzar a un usuario a seguir a otro. Lo más chistoso del asunto es que mientras corregían el error, los contadores de seguidos y seguidores se restablecieron a cero y el pánico entre la comunidad tuitera fue descomunal. Por un par de horas, los tuiteros perdimos a todos nuestros seguidores y nos sentimos perdidos. (Cabe señalar que la pérdida --la de seguidores, aunque también la de rumbo-- fue virtual, ya que lo que los usuarios tuiteaban seguía apareciendo en el timeline de sus seguidores).

Al final el incidente no fue más que una anécdota divertida de la cual surgieron muchos tuits vaciladores cuando nos dimos cuenta de lo que pasaba. Pero no deja de llamarme la atención tanta obsesión por saberse seguidos y leídos. Hace algunos años, uno escribía y no sabía cuánta gente lo leía (o si alguien lo leía) ni quiénes eran sus lectores. Con las nuevas tecnologías uno puede controlar esa información. La mayoría de los blogueros tenemos contadores de visitas gracias a los cuales podemos saber no sólo cuántas personas nos leen al día, sino de dónde vienen y cómo llegan. Pero además del control, está --insisto-- ese afán por tener "seguidores". En los blogs también se puede ver el fenómeno con ese gadget de Blogger que muchos ponen y que permite ver el número de seguidores del blog en cuestión. En Facebook la gente colecciona amigos como si fueran trofeos; o hay usuarios que inclusive abren páginas de sí mismos para que los otros se vuelvan fans. Se maneja mucho ego y vanidad en todo esto. Ya una vez lo dije aquí: en esta cultura de narcisismo digital, todas estas herramientas y redes sociales funcionan como verdaderos escaparates del yo.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un asunto práctico, el psicoanálisis ha sido desplazado por la terapia grupal en red. Se trata de un masaje al super yo.
Salud y un abrazo.

marichuy dijo...

Querida

Como siempre, tu habilidad en el manejo de la palabras y su significado me asombra

De lo demás, qué te puedo decir? Creo que Twitter, más que ninguna otra red social, es el templo de la egolatría. Lo que mi cabeza no acaba de entender es ¿cómo para qué sirven los seguidores, como no sea para alimentar el ego? Porque, salvo excepciones que confirman la regla, luego ves que los que acumulan cientos y hasta miles de seguidores, tuitean cada “cosa más profunda”…

Un beso

Miroslav Panciutti dijo...

Pues sí, tu diagnóstico es absolutamente certero. En mi caso he de declarar (y no es vanidad) que no padezco acolitomanía o, al menos, no en el grado en que, según describes, parece tan usual. De hecho, no me atrae para nada el twiter y, aunque estoy en facebook (no como Miroslav), prácticamente nunca entro, aunque cada día me llega algún que otro mensaje vía gmail. Los blogs, en cambio, sí me atraen (algunos, claro) en la medida de que los post tengan suficiente contenido como para interesarme. Como es tu caso, claro, Un beso.

h.j.s. dijo...

hummm, interesante he de decir, así como asumo que habrá o seremos bastantes los acólitos...
abrazo

mario skan dijo...

Hola Strika, hace un tiempo tengo una cuenta de twitter, asunto del que poco sé. Ahora con tu post me dí cuenta de que cuando abres una cuenta de twitter, asi porque sí estás siguiendo a alguien, por ejemplo en mi cuenta sigo a Ceratti, jorge Rial y el diario El País entre otro que desconozco, ahh no, me olvidaba de Bisval o visbal, como sea. El asunto es que tengo dos seguidores y somos recíprocos, Vos y Marichuy, ja, es buenísimo.
Una compañera dice que twitter es para los famosos, por qué no te hace un facebook, la verdad, no quiero, estoy con quaderno y listo.
Tampoco sé que hago en twitter.
Gusta verte nuevamente en la blogosfera, saludos enormes

Lansky dijo...

Muy interesante, y acojonante. Puro narcisismo, en efecto, mezclado con mesianismo que creo que es un poco -en parte- lo mismo que tu 'acolitomanía' y...¿pobreza de espíritu, debilidad mental?

La Guera Rodríguez dijo...

Querida Strika!

Es tan cierto esa adicción desmedida por tener cientos de seguidores aunque ni tengas idea de quienes son...
En el facebook yo no doy de alta a desconocidos, no me agrada porque simplemente no le veo razón de tener amigo al amigo del amigo...
Y ps si, es solo para alimentar la vanidad y el ego eso de los contadores y seguidores, cuando menos creo que he podido mantenerme ecuánime en mi blog porque sigo escribiendo lo que yo quiero y no lo que los demás esperan que escriba, es frustrante para mi, subir post por "encargo"...pero bueno, no puedo negar que ha ayudado a mi autoestima el saber que las letras llegan a lugares que no podia haber imaginado siquiera.

Besos!!

gamaliel dijo...

Tengo un amigo que en una ocasion estuvo presumiendo que en su cumpleaños habia recibido 80 y tantas felicitaciones via facebook por su cumpleaños, y cada que podia presumia de eso...

Hasta que otra amiga le dijo: mira, mejor te callas, porque dime de todas esas personas, cuantas te fueron a ver o te prepararon algo de comer cuando estuviste enfermo? Lo verdaderamente interesante de eso, es que de verdad, ninguna de esas personas lo habia hecho...

Muchos saludos, Strika

Harry Papaley dijo...

Cuando le preguntas a un niño/a que quiere ser de grande la respuesta no tarda en llegar "quiero ser famoso/a"
el asunto ya esta arraigado y empezo antes de las redes interneticas, que solo lo potencializaron enormemente.

Enrique dijo...

Hola Strika
Tu post es muy bueno, pero los casos que presentas son patéticos.
Quisiera hacer un comentario sin que se tome como ofensa al resto de tus seguidores.
Es curioso como tratas este asunto de la Acolitomanía y el narcisismo, y al final varios acaban hablando (escribiendo) de sí mismos jaja.
Un abrazo Sandra

Enrique dijo...

Al decir de los casos patéticos, me refiero a que muchos tuiteros se vuelven esclavos de ese medio.
Tus posts son excelentes.
Otro abrazo.

Gevalher dijo...

En lo que se refiere al Facebook, no puedo más que decir "mea culpa", pero en lo que respecta al Twitter, nunca le dí mucha importancia al hecho de tener o no seguidores...

Ahora que si me despertó un poquillo de envidia el ver una página de internet, en donde pones el nombre twittero de alguien y puedes ver un desfile virtual con la persona mencionada y todos sus seguidores, el mío era apenas un juunte de 4 gatos, en cambio cuando puse el nombre de algunos amigos, la cosa era ruidosa e invadía la pantalla por completo... No recuerdo exactamente el sitio, pero si googleas ("googlear", ja!), "ISPARADE" tal vez encuentres el susodicho sitio, y te llevarás unas cuantas risas -cuando pongas mi nombre, en comparación con otros, claro está-

Evo Morales padece de un caso severo de acolitomanía. (No pude resistirme a usar tu nueva palabra... Bye!!!

jnj dijo...

Yo tenía un proyecto / antes que un diario íntimo / llevar un diario éxtimo, escribía Benedetti. No sólo se da ese proceso que bien bautizas como acolitomanía, sino también otro de extimidad. Antes uno se definía por los aspectos de su intimidad que reservaba; ahora, por los que muestra. Y de ahí, a la perversión de la telerrealidad.

Me parece soberbio tu análisis, Strika. Por cierto, acaso quepa una segunda acepción a tu neologismo si del sentido pasivo pasamos al agentivo. Hay quienes por pasión tienen ser seguidores, no acumularlos.

Un beso de este tu maníaco acólito.

Arevalo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Arevalo dijo...

Me parece perfecto el término de acolitomanía. Creo que padecí de eso hace mucho... he aquí como la resolví (sin contar las recaídas):

http://arevalos.blogspot.com/2005/05/blog-adiccin.html

Apuntes de Arevalo: Blog adicción

e. r. dijo...

Hola, Strika!
Es difícil andar al día con todo eso del tuiteo, es un esfuerzo tan grande!
En fin, espero que sirva para mucho y que el vicio no desmerite otros.
Por lo pronto, soy seguidor de tu blog, fiel.
Un saludo

Unknown dijo...

Me encanta el neologismo, es digno de todo un ensayo. Ojalá algún día escribas más sobre el tema. Sería un placer leerlo.

Cempazúchitl dijo...

Twitter, los blogs y facebook, son solamente paliativos para la soledad de una sociedad que construyó casas y torres de concreto enormes para encerrar almas pequeñas.

Leox dijo...

Strika , Quiero aprender italiano , por placer , que consejos me das.
Es posible por de internet o lo mejor es acudir a un instituto.
saludos

Anónimo dijo...

soy un adicto a las redes sociales, pero me desilusione. creo en el libre acceso a la info y pensaba que tuiter podria quizas permitir intercambiar enlaces, noticias. pero somos humanos, y cuando analizo mi propia adiccion, sostengo que es narcisismo, esa tendencia enferma de sobre exposicion casi nociva y peligrosa; todos saben quienes somos, donde estamos y que estamos haciendo. a alguien le importa?, pero ahi estamos, estoy, subiendo fotos de lo que como, señalando lo que hago.

me gustó cuando podia señalar lo que pensaba, pero las redes sociales son peligrosas. la exposicion lleva inevitablemente a la autocensura. por lo tanto, la gran libertad que prometia la web 2.0 se transformo en un cubiculo reducido al que habia que buscarle un sentido: seamos einfluyentes en la medida de cuantos seguidores coleccionamos.

en cada uno hay un jesus por salir: seguidores, discursos y sacrificio al final.

lo que aun no logro descubrir es el por que nos exponemos tanto. facebook y sus fotos y la posibilidad de fisgonear, el voyerismo en su maxima expresion, a la vez que el exhibicionismo.

surge la idea, al igual que el blog, por el espacio para alcanzar la voz que es paralela a la oficial, a la posibilidad de opinar y de retroalimentacion. la conversacion infinita con el otro desconocido.

todo acto, escrito, no tiene algo de vanidad y narcisismo?

@anonimo: el psicoanalisis esta enterrado hace años. creo que agoniza en argentina y francia. se enseña como parte de la historia del quehacer terapeutico, pero no pasa de aquello. es una teoria que no logra pasar su propia validacion... pero en gustos no hay disgustos.

saludos

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

¡Hola a todos!

Muchas gracias por sus comentarios y disculpen la tardanza en responder, pero ya ven que últimamente la blogueada se me dificulta un poco. Definitivamente creo que el tema tiene mucha tela de dónde cortar y se podría hacer casi un estudio doctoral. Ja, ja. Respondo algunos de sus comentarios individualmente:

Enrique: Ja, ja. Pues sí, ¡casi todos terminaron hablando de sí mismos! Pero bueno, yo creo que el narcisismo es algo tan inherente al ser humano que nadie se salva.

Leox: En mi opinión siempre es mejor acudir a un instituto o buscar a un profesor que dé clases particulares. A mí personalmente nunca me ha funcionado lo autodidacta en el aprendizaje de lenguas porque no tengo la disciplina. Supuestamente así ando con el alemán desde hace varios años y nomás no avanzo. Claro que hoy en día tampoco tengo tiempo para meterme a un instituto, pero cuando lo tenga lo haré. ¡Ya me contarás tu decisión! El italiano es una lengua bellísima.

Cerdotopia: Ja. Me encantó lo de que en cada uno hay un jesús por salir. Totalmente de acuerdo.

Gracias a todos y les dejo sendos abrazos.