He tenido un poco abandonada la blogósfera por motivos de trabajo. Sigo en el mundo de la localización y traducción de software y, aunque ya terminó el proyecto en el que participé el año pasado, ahora estoy en otro. Es un proyecto muchísimo más corto, así que mientras haya chamba mejor lo aprovecho. Ya saben que esta vida de freelance es como una ruleta rusa. El caso es que desde hace un par de semanas me la he pasado trabajando y no me queda tiempo para bloguear ni leer. Ganas no me faltan y, de hecho, hay varias cosas sobre las que he querido escribir, pero en la noche termino exhausta y con las neuronas fundidas. Además estuve diseñando el programa de un seminario de lingüística que voy a impartir en el marco de un diplomado de formación de traductores y eso también me ha tenido algo ocupada los fines de semana. Pero no me quejo porque ese seminario me tiene muy entusiasmada. Últimamente mi vida es demasiado técnica y, sin tiempo para bloguear, todavía más. Así que la docencia me va a regresar un poco al mundo de las ideas, lo cual buena falta me hace.
El poco tiempo que me queda libre durante los fines de semana intento desconectarme de la computadora y de Internet. Hoy, por ejemplo, nos fuimos en bici al centro. Resulta que el gobierno de la Ciudad de México, desde hace como tres años, organiza paseos dominicales en bicicleta desde Reforma hasta el Centro histórico. No entiendo por qué no lo habíamos hecho antes. La verdad es que es uno de los aciertos de este gobierno. No sólo es diversión sana y económica para toda la familia, sino que además promueve la cultura del ciclismo y, sobre todo, crea conciencia sobre la movilidad sustentable. Al pasar entre los demás ciclistas escuché en más de una ocasión comentarios sobre cómo si todos anduviéramos en bici no habría tanto tráfico. ¡Claro! Sólo hace falta que más personas hagan conciencia de que el coche sólo provoca caos.
Lo que sí debo decir es que no me gusta lo que han hecho del Zócalo (y ése es uno de los no-aciertos del gobierno de Marcelo). Cuando no está la pista de patinaje, hay un museo itinerante; cuando no está el museo itinerante, está tomado por manifestantes; cuando no está tomado por manifestantes, hay no sé qué otro evento con gradas y estructuras metálicas espantosas. Es una de las plazas más grandes del mundo y ya no es posible apreciarla en toda su magnitud. Antes, cada vez que llegaba al Zócalo (aunque fuera la enésima vez en mi vida), me impresionaba. Ya no. Lástima que no tenía cámara y que no pude tomar fotos para que entiendan de qué estoy hablando.
Pero ya ni quejarse es bueno. Mejor paso a las recomendaciones cinematográficas del mes:
Invictus
Es la última película dirigida por mi admirado Clint Eastwood. Al principio me decepcioné un poco porque, como nunca leo reseñas, creí que trataría totalmente sobre otra cosa (sobre los años de Nelson Mandela en la cárcel, su liberación y su llegada al poder). Pero qué buena sorpresa me llevé. La película está basada en el libro del periodista británico John Carlin Playing The Enemy (traducido al español como El factor humano). En resumen se trata de la estrategia de Nelson Mandela de utilizar el Mundial de Rugby de 1995, con sede en Sudáfrica, para reconciliar a los negros con los blancos y unir al país. En algún lugar leí que la película es simplista y maniqueísta. Lo del maniqueísmo ni siquiera lo voy a replicar porque me parece una tontería. Respecto al simplismo, es cierto que cuando uno adapta un libro y, sobre todo, un hecho histórico, es difícil no dejar fuera algunas cosas. Pero creo que la película es muy inspiradora y emocionante, además de que está muy bien lograda. Mandela es un ejemplo de tolerancia y reconciliación, un gran estadista como pocos y quizás el último gran líder vivo de este mundo. En la película está muy bien retratado. Realmente vale la pena verla.
A Serious Man (Un hombre serio)
Se trata de la última película de los hermanos Coen. Me pasó algo curioso con ella: cuando salí del cine no estaba segura de si me había encantado o no. Me gustó, pero salí algo desconcertada. Y es que no dejé de pensar en la película toda la noche ni la mañana siguiente. Entre más pensaba en la peli, más me gustaba y me daba cuenta de su genialidad. Es una película bastante críptica y con cierto grado de misticismo. A decir verdad, no estoy muy segura de que sea para todo el mundo. En algún lugar leí que se trata de una adaptación/parodia del libro de Job. La verdad es que, si bien hay algunos paralelismos con ese relato bíblico, yo no la entendí así. Para mí la película tiene más que ver con el misterio de la vida, el cual debemos aprender a aceptar. En todo caso, a quienes les gustan las películas de los Coen les recomiendo que no se la pierdan. Al menos les puedo asegurar que no se sentirán defraudados con el humor negro.
Nota para los lectores no mexicanos: el título de esta entrada es una expresión idiomática mexicana que se usa para describir categorías de tamales, pero que en general significa "de varias clases" o "revoltura" (Diccionario breve de mexicanismos). Como habrán notado, esta entrada es un revoltijo. :P
El poco tiempo que me queda libre durante los fines de semana intento desconectarme de la computadora y de Internet. Hoy, por ejemplo, nos fuimos en bici al centro. Resulta que el gobierno de la Ciudad de México, desde hace como tres años, organiza paseos dominicales en bicicleta desde Reforma hasta el Centro histórico. No entiendo por qué no lo habíamos hecho antes. La verdad es que es uno de los aciertos de este gobierno. No sólo es diversión sana y económica para toda la familia, sino que además promueve la cultura del ciclismo y, sobre todo, crea conciencia sobre la movilidad sustentable. Al pasar entre los demás ciclistas escuché en más de una ocasión comentarios sobre cómo si todos anduviéramos en bici no habría tanto tráfico. ¡Claro! Sólo hace falta que más personas hagan conciencia de que el coche sólo provoca caos.
Lo que sí debo decir es que no me gusta lo que han hecho del Zócalo (y ése es uno de los no-aciertos del gobierno de Marcelo). Cuando no está la pista de patinaje, hay un museo itinerante; cuando no está el museo itinerante, está tomado por manifestantes; cuando no está tomado por manifestantes, hay no sé qué otro evento con gradas y estructuras metálicas espantosas. Es una de las plazas más grandes del mundo y ya no es posible apreciarla en toda su magnitud. Antes, cada vez que llegaba al Zócalo (aunque fuera la enésima vez en mi vida), me impresionaba. Ya no. Lástima que no tenía cámara y que no pude tomar fotos para que entiendan de qué estoy hablando.
Pero ya ni quejarse es bueno. Mejor paso a las recomendaciones cinematográficas del mes:
Invictus
Es la última película dirigida por mi admirado Clint Eastwood. Al principio me decepcioné un poco porque, como nunca leo reseñas, creí que trataría totalmente sobre otra cosa (sobre los años de Nelson Mandela en la cárcel, su liberación y su llegada al poder). Pero qué buena sorpresa me llevé. La película está basada en el libro del periodista británico John Carlin Playing The Enemy (traducido al español como El factor humano). En resumen se trata de la estrategia de Nelson Mandela de utilizar el Mundial de Rugby de 1995, con sede en Sudáfrica, para reconciliar a los negros con los blancos y unir al país. En algún lugar leí que la película es simplista y maniqueísta. Lo del maniqueísmo ni siquiera lo voy a replicar porque me parece una tontería. Respecto al simplismo, es cierto que cuando uno adapta un libro y, sobre todo, un hecho histórico, es difícil no dejar fuera algunas cosas. Pero creo que la película es muy inspiradora y emocionante, además de que está muy bien lograda. Mandela es un ejemplo de tolerancia y reconciliación, un gran estadista como pocos y quizás el último gran líder vivo de este mundo. En la película está muy bien retratado. Realmente vale la pena verla.
A Serious Man (Un hombre serio)
Se trata de la última película de los hermanos Coen. Me pasó algo curioso con ella: cuando salí del cine no estaba segura de si me había encantado o no. Me gustó, pero salí algo desconcertada. Y es que no dejé de pensar en la película toda la noche ni la mañana siguiente. Entre más pensaba en la peli, más me gustaba y me daba cuenta de su genialidad. Es una película bastante críptica y con cierto grado de misticismo. A decir verdad, no estoy muy segura de que sea para todo el mundo. En algún lugar leí que se trata de una adaptación/parodia del libro de Job. La verdad es que, si bien hay algunos paralelismos con ese relato bíblico, yo no la entendí así. Para mí la película tiene más que ver con el misterio de la vida, el cual debemos aprender a aceptar. En todo caso, a quienes les gustan las películas de los Coen les recomiendo que no se la pierdan. Al menos les puedo asegurar que no se sentirán defraudados con el humor negro.
Nota para los lectores no mexicanos: el título de esta entrada es una expresión idiomática mexicana que se usa para describir categorías de tamales, pero que en general significa "de varias clases" o "revoltura" (Diccionario breve de mexicanismos). Como habrán notado, esta entrada es un revoltijo. :P
17 comentarios:
No he visto niguna de las dos películas :( eso de vivir en pueblo tiene a veces sus desventajas
que tengas rico domingo, buena semana y aunque canse que sigas teniendo trabajo.
Querida
Bueno, no sé sobre qué opinar. Creo que lo haré sobre el cine: fíjate que la de Invictus, sin dejar de admitir que es un filme bien hecho, no acabó de gustarme. Para ser de Clint Eastwood, aclaro. Cierto que no es típicamente edificante y lacrimosa como sueñen ser este tipo de filmes -y más cuando son hollywoodenses-, pero por un momento, casi me sentí como frente a la versión "de cine de arte", de una de esas películas sobre hazañas deportivas que pasan los domingos en Tv Azteca.
Quizá por eso, me gustó más el filme de los Coen; entre otras cosas, porque el tratamiento del tema es casi inusual y sobre todo, por la actuación de Colin Firth.
En fin, cuestión de gustos.
Un beso
Implicada: Muchas gracias. El domingo terminó bien: pasta y película en casa. ;) Ojalá lleguen pronto esas pelis a tu "pueblo". Un abrazo.
Marichuy, querida: Afortunadamente llevo varios años sin tele y nunca he visto esas películas de hazañas deportivas. Ja, ja, ja. Pero creo entender lo que dices sobre Invictus. Es una película de grand public y el final es bastante predecible. Aun así, me parece muy emocionante y bien lograda. Pero como dices es cuestión de gustos. Por otro lado, no lo dije en la entrada, pero de las dos también prefiero la de los Coen. De hecho, ya tengo ganas de volver a verla. Creo que un día de estos buscaré el torrent (pues volver a verla en pantalla grande es un lujo. ¡Subió mucho el precio de la entrada al cine!). Otro beso
P.D. ¿Quién es Colin Firth? No lo ubico...
Tengo por norma no ver las películas basadas en libros que me han gustado mucho, como es el caso del excelente de John Carlin, y eso que me gusta Morgan Freeman y me gusta Matt Damon, pero no quiero que me recreen en plano (en una pantalla de dos dimensiones) lo que para mí tiene más.
Lo del Zócalo que comentas es típico de muchos otros sitios emblemáticos, como El retiro madrileño, por ejemplo: es una forma de apropiarse de un espacio que no han contribuido a crear, cuando los ‘eventos’ son transitorios, vale, pero cuando es una intervención definitiva, por manu militari de arquitectos que dejan su ‘huella’ en un espacio que no les pertenece entonces es una tropelía, una invasión y una apropiación indebida, pero debemos recordar que esas tres culturas que se mezclan allá eran apropiaciones sucesivas…
…México en una laguna, o sea, muy llana la ciudad, así que lo de la bici es más fácil que en sitios con más cuestas.
(Colin Firth, excelente actor inglés, en Shakespeare in love, El paciente inglés, etc.)
Hola, te entiendo en lo que comentas del Zócalo, no sabes lo que me impresionó esa plaza cuando estuve allí por primera vez, entré en la plaza en un autobús turístico y me quedé sin habla.
La película In Victus, a mí me emocionó, yo me leí el libro antes, y la película me fascinó.
El cine casi se levanta y aplaude en varios momentos.
Un saludo
Teresa
Jajá no querida, no es Colin Firth; es que acababa yo de verlo en la de Tom Ford "A Single man" y me confundí de man, jajá (pero no de película, sólo de nombre)
Aún no la he visto, pero me dijeron que estaba muy bien, y además esa persona no es de películas muy comerciales, quiero decir: tiene un criterio propio.
Un abrazo.
Aquí tienes ciudades donde aparte del carril bici rodeando también la ciudad te las ceden en los centros culturales a cambio del carnet y cuando la devuelves, te devuelven.
¿Así que en los cajones de sastre mexicanos lo que hay es chile, dulce y manteca?
Tengo en cartelera...Perdón, tengo en cartera ver esos dos filmes, desde ya con mayor ansia. 'El secreto de sus ojos' es la última película que, en la gran pantalla, me ha quitado el hipo (por cierto, acaba de conseguir el Goya a la mejor película hispanoamericana, en una gala en la que ha arrasado 'Celda 211').
Desconocía que en buena parte del área centroamericana fuese correcta la secuencia "entre más" (horrísona y vulgar, al menos en España).
Un beso, preciosa currante.
Lansky: A mí sí me gusta ver adaptaciones. Como una vez lo dije en esta entrada, considero que el cine y la literatura son dos lenguajes diferentes y que no deberíamos compararlos. Pero entiendo que igual prefieras quedarte con la impresión de libro. En cuanto al Zócalo, se supone que son eventos transitorios, pero es que últimamente no paran y las últimas veces que he estado ahí siempre hay algo. Además estéticamente lo que ponen ahí es bastante feo... Y sí, definitivamente es más fácil andar en bici en el D.F. que en San Francisco o en Lannion (el pueblo bretón donde viví). :D Un beso
Teresa: En el cine donde la vi también aplaudieron unas personas en varios momentos y sobre todo al final. Nunca había visto eso, más que en una película súper gringa que tuve la mala fortuna de ver en Gringolandia. Pero en la de Invictus lo entiendo: realmente es emocionante y hasta a mí me dieron ganas de aplaudir. Sólo que, para bien o para mal, suelo abstenerme de ese tipo de comportamientos. :P Un saludo
Querida Marichuy: Ja, ja. Con razón, no entendía. Ya me decía yo que por más que últimamente el Alzheimer esté fuerte, no a ese grado. Ja. Besos
Mimí: Aquí en la Ciudad de México inauguran mañana un programa de préstamo de bicis. Lo malo es que de principio sólo será en los barrios céntricos de la ciudad, donde además vive la gente con más poder adquisitivo. Eso lo han criticado mucho. Pero creo que es una buena forma de empezar y además no hay que olvidar que siendo los barrios céntricos es donde más movimiento hay por toda la gente que va a trabajar ahí. Así que al final se beneficiará a más gente.
Jnj: Ya anoté la recomendación y en cuanto salga por aquí la peli la veré. Con respecto a "entre más", yo no sabía que en España era incorrecto. Pero ya lo vi en el Panhispánico de Dudas donde, efectivamente, se dice que en México y Centroamérica es normal entre hablantes de todos los niveles. Así que yo también acabo de aprender algo. Bastante útil, por cierto, con eso de que últimamente me piden que traduzca al "español neutro"... Un beso
Como la coherencia no es una de mis virtudes, al menos de forma o en grado extremo, gracias a los dioses, descubro que me encantan un montón de adaptaciones cienmatográficas, desde El Dr Zivago al Napoleón de Abel Gance o el Guerra y Paz de Vidor...La diligencia (The wawoon) de Ford/Maupasaant, etc.
AHH los hermanos Coen, en general sus películas me gustan salvo una El quinteto de la muerte (The Ladykillers)por lo que arremeteré con ese película.
Con Clint E. el asunto cambia, pero conociendo la temática de la película no deja de seducirme.
En realidad estoy perdido con los film, veo todos.
Lo mejor para desenchufarse de todo, unas buenas películas. La última que vi en el cine Avatar: linda visualmente.
te dejo un saludote y arriba los tamales, están buenos
Hola querida Strika!
precisamente acabo de ver la noticia sobre las ecobicis que empezaran a circular en el DF, por la cantidad de .82 centavos para el usuario!...será posible tanta belleza?
Es un placer leerte como siempre
=D
besos!
El fin de semana que pasé en el DF "me gocé" la multitudinaria apropiación ciclista de las calles y me gustó mucho la idea. Cuando fui al Zócalo también estaba ocupado por demasiadas cosas, además de furgonetas de la tele y andamios (debían andar preparando algo). Entiendo tu queja y quizá los munícipes deberían anunciar determinadas fechas en las que la plaza estuviera libre en toda su magnificencia.
En cuanto a tus recomendaciones procuraré seguirlas. No he visto ninguna de las dos pero tanto Eastwood como los Coen me parecen realizadores magníficos. Un beso
"El tiempo que te quede libre si te es posible dedícalo a mí..."
Así canta el blog.
Saludos.
Lansky: Kubrick también hizo muy buenas adaptaciones. ¿Ya ves que no todas son tan malas? :P
Mario: A mí tampoco me gustó la de Ladykillers. De hecho, ya hasta había olvidado (bloqueado) su existencia. En cuanto a Avatar, la verdad es que es una película que no pienso ver. Y sí, los tamales son uno de los mejores platillos mexicanos. :P Un saludo
Querida Diana: Síiiii. La verdad es que esa iniciativa de las ecobicis me parece maravillosa. Vamos a ver si funciona. Un beso
Miros: Pues así como viste el Zócalo está casi siempre de un tiempo para acá. En cuanto a las pelis, ¡no te las pierdas! Un beso
Aurore: Lo sé, lo sé. Intento dedicárselo, pero a veces tengo que partirme en 4. Un abrazo
me gusto lo de las "neuronas fundidas"
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