jueves, 14 de mayo de 2009

Egópolis

“Dicen que es un verdadero tirano, ese Tapioca, cruel y vanidoso...
es tan vanidoso que le quitó el nombre a la capital,
Las Dopicos, para darle su propio nombre: Tapiocapolis”



El general Tapioca es un militar y político ambicioso de la República de San Theodoros. Un buen día, con el apoyo del general Plekszy-Gladz, dictador de la República Popular de Borduria, lleva a cabo un golpe de Estado y quita del poder al general Alcázar (su eterno gran rival). Al llegar al poder, el general Tapioca cambia el nombre de Las Dopicos, la capital del país, a Tapiocapolis. Por un tiempo gobierna San Theodoros de la manera más infame y autoritaria, hasta que un día, el general Alcázar, que había estado exiliado en Bélgica, regresa al país y organiza una revolución con el apoyo de la International Banana Company. El general Tapioca es derrocado y condenado al exilio, y Alcázar cambia nuevamente el nombre de la capital, esta vez por el de Alcazaropolis.

Esta historia que aquí resumo en un párrafo es relatada con más detalle en varios álbumes de Les aventures de Tintin, del dibujante belga Hergé. Si esta historia no está tan alejada de la realidad es porque lo de Hergé no es más que una parodia --no sólo de la inestabilidad política de ciertos países, sino también de la egolatría que ha caracterizado a muchos dictadores de la historia.

Para muestra un botón:

Alejandro Magno, uno de los reyes más megalómanos de toda la historia, fundó más de una docena de ciudades con su nombre, siendo la más conocida Alejandría de Egipto. (Por cierto, en Grecia hay una ciudad que se llama Alejandrópolis, pero ésa no fue denominada así en honor a Alejandro Magno, sino a Alejandro I de Grecia).

La ciudad de Bizancio se llamó así originalmente en honor a su rey Bizas o Bizante. Cuando el emperador romano Constantino la hizo su nueva capital, su nombre cambió oficialmente por el de Nueva Roma, pero todo el mundo se refería a ella como Constantinopla (la ciudad de Constantino).

El emperador Cómodo (aquel que es interpretado por Joaquin Phoenix en Gladiador) no se conformó con autoproclamarse el nuevo Rómulo de Roma refundando ritualmente la ciudad con el nombre de Colonia Lucia Annia Commodiana, también cambió el nombre de todos los meses del año con sus doce nombres, y además las tropas del ejército recibieron el nombre de Commodiana.

Según Suetonio (el historiador romano que escribió sobre la vida de los doce césares) Nerón rebautizó los juegos olímpicos como los juegos neronianos, llamó Neronniano al mes de abril y quería que Roma se llamase Nerópolis.

La ciudad rusa de San Petersburgo, llamada así por el zar Pedro el Grande en honor a su santo patrono, San Pedro, cambió de nombre varias veces. Durante la Primera Gran Guerra, se decidió que San Petersburgo era un nombre demasiado germánico para la ciudad y se le cambió por el de Petrogrado en 1914 (¿otro caso de denominación de origen boicoteada?). El 24 de enero de 1924, Petrogrado fue rebautizada como Leningrado, pero éste no fue un caso de egolatría ya que el cambio se realizó tres días después de la muerte de Lenin*. Finalmente, en 1991, tras un plebiscito, la ciudad volvió a llamarse San Petersburgo.

La ciudad de Volgogrado, que antiguamente se llamaba Tsaritsyn, en 1925 recibió el nombre de Stalingrado en honor a Stalin. En 1961 como resultado del proceso de desestalinización, la ciudad recibió el nombre de Volgogrado, que literalmente significa “ciudad del Volga”. Curiosamente, este cambio fue perjudicial para la ciudad porque nadie relacionaba el nombre Volgogrado con la heroica batalla contra los nazis en 1943. En 1985 hubo una campaña para retomar el nombre de Stalingrado y todavía en la actualidad hay un cierto grado de apoyo para hacerlo.

Volgogrado no fue la única ciudad a la que Stalin legó su nombre. También está la ciudad de Dushanbe, la capital de la república de Tayikistán, cuyo nombre cambió en 1929 por el de Stalinabad. En 1961 recuperó su antiguo nombre.

Guillermo I (Wilhelm), emperador de Alemania y Rey de Prusia de 1861 a 1888, llamó a la ciudad de Wilhelmshaven en honor a sí mismo.

¿Y qué podemos decir Rodesia (actualmente Zimbabwe y Zambia), denominada así en honor a su fundador, el mercenario británico, racista y cruel, Cecil Rhodes?

Parece que los militares británicos tenían el ego bien elevado, pues también está el caso del coronel Lachlan Macquarie, quien le dio su nombre a varias localidades de Australia, entre ellas la deshabitada isla de Macquarie.

Pero por favor no nos olvidemos de Rafael Leónidas Trujillo, quien fuera dictador de la República Dominicana de 1930 a 1961 y mereciera el apelativo de El Chivo por su machismo caribeño. El Chivo cambió el nombre de Santo Domingo por el de Ciudad Trujillo. Pero no sólo eso: la montaña más alta de la isla se llamó por un tiempo Pico Trujillo y el río más largo, desde luego, Río Trujillo. Numerosas calles fueron denominadas Avenida Trujillo, y además parece que el dictador caribeño rivaliza con Stalin, Saddam Hussein y Kim Il Sung en la categoría del hombre que más estatuas propias se hizo erigir.

También está el caso de Ciudad Sadr, suburbio de la ciudad de Bagdad. Construido en 1959 por el Primer Ministro iraquí Abdul Karim Qassim, se llamó Al Thawra (Ciudad Revolución). Después de que el Partido Baaz llegó al poder, el distrito fue rebautizado como Saddam City, en honor a Saddam Hussein, líder del partido político. En 2003 el distrito paso a denominarse extraoficialmente Ciudad de Sadr en honor al líder chiíta Mohamed Sadeq al-Sadr, asesinado por el régimen de Saddam.

En 1975 Saigón, la ciudad más grande de Vietnam, fue rebautizada como Ciudad Ho Chi Minh, en honor al revolucionario comunista que fue presidente de la República Democrática de Vietnam durante quince años. Sin embargo, éste tampoco es un caso de egolatría como tal, ya que el cambio de nombre se realizó 6 años depués de la muerte de Ho Chi Minh. Además aunque ése sea el nombre oficial de la ciudad, la realidad es que todo el mundo sigue llamándola Saigón.

Uno de los últimos casos conocidos de egonomástica es el de Saparmurat Atayévich Niyazov, quien fuera presidente de la República de Turkmenistán desde 1990 hasta su muerte en 2006. En 1993 este personaje se autoproclamó Türkmenbaşy (o Turkmenbashi, en la transliteración de la grafía cirílica), cuyo significado es “líder de todos los turcomanos”. Y entonces empezó el culto a su personalidad: rebautizó el pueblo de Krasnovodsk, en el mar Caspio, como Türkmenbaşy en su honor. Asimismo, rebautizó con su nombre o el de familiares suyos un sinfín de escuelas, universidades (títulos universitarios incluidos), aeropuertos en incluso un meteorito. Su rostro aparece en todos los billetes del manat turcomano y numerosas estatuas y retratos de él adornan el país. Con ínfulas de emperador romano, expidió una ley en 2002 para cambiar el nombre de todos los meses y casi todos los días de la semana (los meses de enero y abril pasaron a llevar los nombres de Türkmenbaşy y el de su difunta madre, Gurbansoltanedzhe, respectivamente). En 2008, dos años después de su muerte, se le devolvieron sus antiguos nombres a los meses y los días de la semana, pero Krasnovodsk no recuperó su nombre.

A ver si un día de estos Caracas no es rebautizada como Ciudad Chávez.

* En la ex Unión Soviética hubo más de treinta ciudades cuyos nombres hacían alusión a Lenin (Leninabad, Leninakan, Leningori, Leninkent, Leninsk, Leningorsk, Leninskoye, Ulyanovsk, entre muchas otras).

18 comentarios:

e. r. dijo...

Hola Strika!!!
Para sumar a tu lista, te cuento que en paraguay hasta el 89, Ciudad del Este se llamaba Ciudad Presidente Stroessner, por el dicator Alfredo Stroessner. Lo que no sé es si la ciudad existía ya antes o la fundó él como puerto.
Saludos!!!

mario skan dijo...

En provincia de Buenos Aires hay una localidad llamada ciudad Evita en hornor a la mujer de Perón; pero lo más común en argentina es poner a las calles nombre de políticos o militares que alguna vez cometieron horrores como es el caso de los Grales Roca, Villegas, etc que comandaron matanzas contra los pueblos originarios de la patagonia argentina.

Muy buen post
en china habrá alguna ciudad llamada Mao?

jnj dijo...

Estupendas tus disquisiciones en torno a lo que, en un sentido lato, podríamos denominar epónimos.

Llegará un día, Dios "inmediante", en que los debidos a tiranuelos superen a los procedentes de la onomástica del santoral.

A ver si un día me decido a rematar un sempiternamente inconcluso borrador sobre epónimos.

Un abrazo.

Gevalher dijo...

Já,! Ya veo al émulo de Chávez rebautizando a Oruro como ciudad Evo (¿Evopolis?), por lo pronto sus acólitos ya han declarado como museo y patrimonio cultural boliviano su casa natal en el pueblito de Orinoca...

Ah... y me olvidaba que en el departamento de Pando otros comerciantes (la mayoría contrabandistas) se les ocurrió bautizar a una población como Puerto Evo, con el beneplácito del Jefe Máximo...

marichuy dijo...

Strika querida

Ja, el poder y la "egomanía" van de la mano, me parece.

Acá en México tenemos calles y plazas con los nombres de nuestros "insignes" políticos. Claro, ellos argumentarán que nada tuvieron que ver en esos "homenajes".

Quizá la practica del culto a la personalidad de la clase política mexicana, sea un poco más disimulada (hipócrita). Pero si te das una vuelta por el Estado de México, a la zona de Atlacomulco, es poco lo que no tiene alguna alusión a Carlos Hank González

Y que tal con la estatua -"accidentalmente" derribada, jajá- de Vicentico Fox?

Me quedo con la parodia de Tintín, por cierto.

Un beso

Implicada dijo...

Ayer comí postre de Tapicoa mmmm hace bastante que no lo probaba,


En México tenemos algunos poblados en Honor a... pero que no fueron dominio de...
Iturbide, Juventino Rosas,Hidalgo, Morelos...

abrazos

Ojaral dijo...

Y qué hay de Bolivia? No es en honor de don Simón? Bueno, pero al menos demostrás que no sólo es un delirio del así llamado populismo latinoamericano. No creo que Caracas se llame Ciudad Chávez. Aunque no me desagradaría la moción, je.
Saludos!

Miroslav Panciutti dijo...

Egolatría y urbanismo, un tema, efectivamente, que daría para varias tesis. Supongo que podríamos medir la vanidad del individuo o la adulación de los súbditos por la dimensión del ente que se bautiza (o más frecuentemente rebautiza): una estatuta, una calle, un barrio, una ciudad, un estado ... En México tenéis muchos ejemplos, algunos bastante curiosos, por cierto. Pero aquí también los hay y los ha habido. Desde luego, en la época de Franco, abundaban (Avenida del Generalísimo, El Ferrol del Caudillo, etc).

Debería aprobarse una norma de derecho internacional, vinculante para todos los países, que prohibiese poner a nada el nombre de alguien vivo. Además de evitar ridículos y aberraciones, quizá contribuyera a que muchos dictadorzuelos abusivos tuvieran algo más de prisa en dejar este mundo. Un beso.

Harry Papaley dijo...

Distingues 2 motivos para el cambio de nombres de ciudades: egolatria y homenaje.
Seguro hay muchos motivos mas como por ejemplo cambio en el dominio politico o en la lengua oficial del gobierno a lo largo de la historia como Mumbai (marati) antes llamado Bombay por los portugueses.
Jerusalem tambien ha cambiado de nombre decenas de veces, segun la epoca y el gobierno y aun hoy el mundo arabe se refiere a ella como Al Quds.
Sin duda los nombres de las ciudades u otros elementos geograficos son muchas veces el medio por el cual los gobiernos tratan de expresar su poderio y su dominio sobre dichos lugares.

Miroslav Panciutti dijo...

Vía Eduardo Galeano, me acuerdo de otro ejemplo más, la ciudad tejana de Houston, en honor de un aventurero cruel y sin escrúpulos que se ocupó de apropiarse de ese territorio mexicano a favor y luego anexionarlo a los USA.

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Ever: ¡Gracias por la información! Por lo que pude ver en Wikipedia, Stroessner sí tuvo algo que ver en la denominación de la ciudad: Fue fundada por decreto el 3 de febrero de 1957 con el nombre de "Puerto Flor de Lis". Luego fue, en honor al dictador Alfredo Stroessner, Puerto Presidente Stroessner, luego, “Ciudad Presidente Stroessner”, hasta el golpe de estado que lo depuso el 3 de febrero de 1989.

Mariano: En República Dominicana hay un municipio llamado Mao, pero supongo que es pura coincidencia. :P

Jnj: ¡Gracias! Cuando escribí esta entrada pasé horas tratando de recordar esa palabra (epónimo) sin lograrlo. ;)

Gevalher: ¿Puerto Evo? Pues no lo dudes ni tantito, al rato habrá una Evópolis. Lo siento.. : ∫

Marichuy: Sí, cuando escribí esto pensé en la zona Atlacomulco, donde tanta oda a Hank es grotesca. Pero quería acotarme a dictadores. ;)

Implicada: Sí, también está Ciudad Juárez que paradójicamente fue Porfirio Díaz quien le dio ese nombre (antes se llamaba Paso del Norte). Nunca he probado la tapioca, o quizá sí y no me enteré. :P

Ojaral: ¿Pero fue decisión de Bolívar? Confieso que se me escapa un poco toda esa historia y tengo que leer más acerca del Libertador. Y no estés tan seguro de Ciudad Chávez, en las afueras de Caracas ya hay un barrio llamado así (un poco en el estilo de Saddam City).

Miroslav: Ja, ja, ja. Apoyo lo de la norma de derecho internacional. Definitivamente a los más vanidosos les quedarían menos ganas de vivir muchos años. ;) ¡Gracias por la información de Houston! No sabía que la habían denominado así mientras Samuel Houston vivía.

Harry: Eso que dices de Bombay es todo un tema que tengo pensado para otra entrada en el futuro. En realidad hace meses que quiero escribirla, pero es un tema complicado y no he tenido el tiempo. Pero ya vendrá. ;)

¡Gracias a todos por sus comentarios!
Sendos abrazos

Live dijo...

Pues en Tamaulipas, México hay una colonia que inauguró José López Portillo, (aquel ex-presidente que le dio por "defender" al peso como un perro) y ese nombre se le puso precisamente a la colonia "Lopez Portillo" lo que no sé es que de quien fue la idea....

Setu dijo...

Hola Strika, Por acá, en Bretaña, tuvimos Napoléonville en el pasado: asi se llamaba Pontivy durante el reino de Napoléon. ¿Y cual va a ser Sarkozyville en el tiempo de Napoléon el Enanito? ;-) Saluditos!

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Live: Eso me recuerda a la "colina del perro", que fue como se bautizó popularmente a la casa de López Portillo. Pero claro, él no la llamo así. :P

Setu: ¡No sabía que había existido alguna Napoléonville! ¡Y menos en Bretaña! ;)

Mimí- Ana Rico dijo...

Existen un montón de trujilllos en el mundo. Yo tengo aquí al lado el original, porque vivo en Extremadura, Cáceres, que fue una zona donde los hombres tenían que irse para buscarse la vida, pues el clima aquí es duro, y a parte de la ganadería no se daba gran cosa en la tierra, en verano se alcanzan los cuarenta grados y más.
Un abrazote

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Mimí: Bueno, pero quiero suponer que esos trujillos de la zona de Cáceres no tienen nada que ver con el Chivo. :P
Un abrazo

R. dijo...

Hola Strika!

Hoy me he enterado que la nieta de Trujillo ha ganado un concurso literario en su país. El libro de marras se titula A la sombra de mi abuelo.

Por estos lares, si a alguna autoridad estatal se le ocurriese ponerle su nombre a una calle, plaza o cualquier espacio público, no ya a una ciudad, mínimo sería calificado de "huachafo". ¿Conoces esa palabra?

Aunque no comente en tu blog, siempre lo visito y disfruto con cada una de sus entradas. Espero que pronto escribas sobre Nieve, de Pamuk (lo mencionaste en el blog de Mariano). El turco es uno de mis escritores favoritos.

Ah, felicitaciones, aunque tardías, por la tesis. Lo tengo en mi lista de lecturas pendientes.

Saludos,
R.

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

R: No conozco el término "huachafo". ¿Qué significa?

Con respecto a Nieve de Pamuk, creo que te quedaré debiendo la reseña. He estado tan ocupada que siento que ya pasó una eternidad desde que lo leí. De todos modos, nunca he sido una buena crítica literaria. Pero te puedo decir que el libro terminó gustándome mucho (a pesar de haberme parecido muy pesado al principio). ¿Leíste ése?

Un abrazo,