viernes, 7 de marzo de 2008

Profanando un santuario

Mi semana estuvo medio pesada, por lo que tuve abandonado por completo mi pobre blog que no tiene la culpa. Pero para resarcir mi ausencia, aquí estoy de vuelta no con una sino con dos entradas. Las separo porque soy bien metódica y no me gusta mezclar temas.

El domingo fuimos a una excursión a uno de los santuarios de las mariposas monarca. Estuvo interesante, pero muuuuuy pesado. Para empezar son aproximadamente cinco horas de viaje desde el DF (sólo de ida, así que multiplíquenlo por dos y tendrán el número de horas que pasé en un autobús). Cuando llegas apenas tienes que subir al santuario. No sé de cuántos metros es la subida, pero sí les puedo decir que está ruda, y eso que me gusta mucho el senderismo y el montañismo. ¿Será que estoy perdiendo condición física? Dicen que antes cuando ibas subiendo empezabas a ver las primeras mariposas que te daban la bienvenida a su santuario. Yo no vi ni un sólo ejemplar hasta ya casi la cima. Cuando llegamos, de hecho, sí había mariposas, pero no muchas y la verdad es que casi me da el soponcio al ver tan pocas. Pensé: ¿taaaanto para eso? Pero seguimos caminando, y poco a poco nos adentramos en el bosque en una parte donde están todas las mariposas. ¡Qué espectáculo! Y eso que no había tantas, como se supone que era antes.

Además de las mariposas volando, hay miles que siguen hibernando en los árboles. Cuando las ves de lejos piensas que son las ramas de los árboles porque como que se camuflajean. Pero si prestas atención te das cuenta de que son las mariposas que están como congeladas en las ramas.

Valió la pena la visita, pero debo confesar que me quedé con un malestar. Con todo y lo fuerte de la subida, cuando llegamos a la cima había un chingo de gente. Imagínense como estaría eso si se pudiera llegar en teleférico. Como ya dije parece que cada vez hay menos mariposas. Una de las razones más conocidas es la tala forestal. Sin embargo, es obvio que también todas esas hordas de gente que van a visitarlas las ahuyentan. Sobre todo considerando que las personas no son respetuosas en lo más mínimo. Desde que vas subiendo hay letreros que te piden guardar silencio para que las mariposas no se espanten, y a la gente parece que les dijeron que hagan lo contrario. Lo mismo con el flash de las cámaras: te piden no usarlo y a la gente le tiene sin cuidado. Obviamente cada vez hay menos mariposas si el ser humano, el peor depredador de la naturaleza, va a molestarlas. Si sigue habiendo el mismo flujo de gente, o lo que es peor y más probable, si éste crece, en unos años las mariposas se van a ir a otra parte. Creo que no se debería promocionar tanto lo de las mariposas. No es que sea el único atractivo turístico de México. Las mariposas emigran a estos lugares desde hace siglos, y sería lamentable que dejaran de hacerlo por la invasión del hombre.

La verdad es que me sentí culpable de formar parte de la especie humana. Pues a pesar de que suelo ser respetuosa con la naturaleza, finalmente yo estaba ahí también... profanando su santuario.



Para una pequeña e interesante disquisición lingüística sobre las mariposas les recomiendo esta entrada que escribí en enero.

4 comentarios:

A dijo...

Tengo un par de fobias(bueno, tres), una de ellas es a las mariposas, puedo verlas en un monitor o una pantalla, puedo verlas a 10 metros de distancia y no pasa nada, pero cuando estan a 9.5 mts...es para ponerme a llorar y que me salgan ronchas en todo el cuerpo.

Me ha hecho centro de muchas burlas y bromas pesadas, pero el peor episodio al respecto, sucedio cuando mi ex me llevo (como cosa romantica) a valle de bravo, bueno, en el camino tuvimos que reducir la velocidad del auto a 10km/h por la abundancia de animalitos (habia soldados controlando el flujo y velocidad de autos), no eran decenas, ni centenas, eras miles de miles de animalitos volando....obviamente traia los cristales arriba, pero todo el camino no pare de llorar.

Que horror, cabe mencionar que no hubo 'romance' esa noche..creo que no hubo romance toda una semana jaja

Besos traumados
A.

la gata curiosa dijo...

Bueno, a mi me pasó casi lo mismo, para mi cumple del año pasado fui a Angangueo; Michoacán. Fue una tortura en un sentido, fuimos en auto pero al llegar al pueblo no se posía pasar para el santuario por que había una fiesta y estaban las calles cerradas, tuvimos que rentar una camioneta donde iban miles de personas colgadas hasta de la pintura, llegamos al ligar y me cansé de caminar y preguntarme: ¡dónde mierda están todas las mariposas?? la respuesta que recibí fue la misma:-ahora no hay muchas, pero pronto las vas a ver!! y despues de dos horas casi, al llegar a la cima de un cerrito había un montón, lo que más me impresionó es que vas caminando y te chocan en la cara, lindísimo. La otra cosa que me impresionó, es esa misma sensación de egoismo, me sentí una porquería en un momento, formando parte de esas hordas de gente que no pueden miara nada sin estar gritando, haciendo ruido y hasta corriendo, horrible, insoportable.

No ví la peli de la Piaf, la música me gusta, pero no sé, me aba un poco de miedo que me salgan con una cosa muy lacrimógena, pero bueno tal vez vaya. Viste una que se llama XXY? es argentino-uruguaya la están dando en la cineteca, está buenísima, en miles de sentidos.

Por cierto, no sé cual se quedó allá (tal vez la buena onda jeje)

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

A: No eres la única con esa fobia. Últimamente he oído de otras personas ... ¡Me imagino que debió de ser una pesadilla! Pobre de ti.

Gata curiosa: gracias por la recomendación cinematográfica. Intentaré ir a verla.

Besos

A dijo...

Stirka, lo se, hay de hecho varios grupos de apoyo, lo mejor de ellos, ja, son las camisetas.

(her aprendido con el tiempo a tomarlo con filosofia :))

besos traumados
A.