Como todos saben, una fobia es un miedo irracional ante objetos o situaciones determinadas. Dicen que todos tenemos al menos una fobia. Yo soy medio claustrofóbica, y considerablemente agoráfobica y demófobica. Me ponen mal las multitudes y nomás no puedo con los conciertos masivos, las manifestaciones, y demás eventos multitudinarios. Tampoco me gustan los centros comerciales, los aeropuertos, las estaciones en época de vacaciones, etc. Nunca lo he tratado en terapia, y quizás algún psicólogo me diría que tengo un trauma infantil, pero la cosa es que mi terror por las multitudes lo he tenido desde pequeña. Mis padres dicen que ya desde que apenas tenía meses me ponía muy mal en los centros comerciales y demás lugares abarrotados.
La característica más importante de las fobias es que son irracionales. Mi marido sufre de aerofobia (miedo a volar en aviones) –fobia que, por cierto, desde el 11-S cada vez es más común. Por más que le diga que el avión es estadísticamente el medio de transporte más seguro, él se la pasa muy mal durante la semana previa al vuelo y durante las horas que está dentro del avión. Y así es con todas las fobias: uno no puede darle argumentos racionales al que las sufre porque va más allá de toda racionalidad.
Todavía en el caso de ciertas fobias como la claustrofobia, la aerofobia, la aracnofobia, la lepidopterofobia, etc., se trata de miedos irracionales a cosas o situaciones concretas. Pero también existen temores irracionales a cosas que ya en sí son irracionales. Aquí les van algunos casos, que constituyen verdaderos casos de estudio para la Tripodología Felina:
Triscadecafobia (del griego tris: tres, kai: y, deca: diez). Es el miedo irracional al número 13.
Existen varias versiones con respecto a por qué el número 13 es considerado de mal agüero. Se ha dicho, por ejemplo, que este temor es tan viejo como el mismo acto de contar. El hombre primitivo sólo tenía sus diez dedos y dos pies para representar unidades, por lo que no podían contar después del 12. Así, según esta versión, todo lo que había más allá (el 13) era un misterio impenetrable para él y, por ende, un objeto de superstición. Pero esta versión no se sostiene porque los primitivos habrían podido usar los dedos de los pies para contar.
Otra versión tiene orígenes cristianos y señala que este número se considera de mala suerte, debido a que hubo 13 personas en la Última Cena. Pero el Código de Hammurabi omite el número 13 en su lista numerada, lo cual parece indicar que la superstición ya existía antes de la era cristiana.
Hay quienes dicen que el número 13 pudo haber sido rechazado por las religiones patriarcales debido a que representaba la feminidad. Según esta hipótesis, las culturas de adoración de la diosa reverenciaban el 13 porque corresponde al número de ciclos lunares (menstruales) en un año (13x28=364). La “Venus de Laussel”-una estatuilla del paleolítico hallada cerca de las cuevas de Lascaux, a la que se suele citar como un ícono de la espiritualidad matriarcal- representa una figura femenina sosteniendo un cuerno con forma de cuarto creciente que tiene trece muescas.
Sea cual sea la razón, la triscadecafobia ha llevado a muchas extravagancias. Hay ciudades que no tienen una calle o avenida 13. Muchos edificios no tienen piso 13, saltándose del 12 al 14. Esto también sucede con casas o departamentos, en incluso con las filas de los aviones de algunas compañías. Ciertos cantantes y compositores han omitido la pista número 13 de sus discos. El avión de caza nazi desarrollado tras el He-112 fue designado He-100 para evitar la designación He-113 (dicen que Hitler era triscadecafóbico). En la compañía Renault existen modelos con todos los números (Renault 21, etc.), menos con el 13. El CorelDraw también cambió la numeración al llegar a la versión 13, y la llamó CorelDraw X3 (donde la X representa al 10 en números romanos). Y así, un sinfín de ejemplos. Los triscadecafóbicos evitan pronunciar el 13 y suelen referirse a este número como 12+1.
En la próxima entrada hablaré de otras fobias supersticiosas relacionadas con números. Mientras eso sucede, ¿quién adivina qué es la paraskavedekatriafobia?
La característica más importante de las fobias es que son irracionales. Mi marido sufre de aerofobia (miedo a volar en aviones) –fobia que, por cierto, desde el 11-S cada vez es más común. Por más que le diga que el avión es estadísticamente el medio de transporte más seguro, él se la pasa muy mal durante la semana previa al vuelo y durante las horas que está dentro del avión. Y así es con todas las fobias: uno no puede darle argumentos racionales al que las sufre porque va más allá de toda racionalidad.
Todavía en el caso de ciertas fobias como la claustrofobia, la aerofobia, la aracnofobia, la lepidopterofobia, etc., se trata de miedos irracionales a cosas o situaciones concretas. Pero también existen temores irracionales a cosas que ya en sí son irracionales. Aquí les van algunos casos, que constituyen verdaderos casos de estudio para la Tripodología Felina:
Triscadecafobia (del griego tris: tres, kai: y, deca: diez). Es el miedo irracional al número 13.
Existen varias versiones con respecto a por qué el número 13 es considerado de mal agüero. Se ha dicho, por ejemplo, que este temor es tan viejo como el mismo acto de contar. El hombre primitivo sólo tenía sus diez dedos y dos pies para representar unidades, por lo que no podían contar después del 12. Así, según esta versión, todo lo que había más allá (el 13) era un misterio impenetrable para él y, por ende, un objeto de superstición. Pero esta versión no se sostiene porque los primitivos habrían podido usar los dedos de los pies para contar.
Otra versión tiene orígenes cristianos y señala que este número se considera de mala suerte, debido a que hubo 13 personas en la Última Cena. Pero el Código de Hammurabi omite el número 13 en su lista numerada, lo cual parece indicar que la superstición ya existía antes de la era cristiana.
Hay quienes dicen que el número 13 pudo haber sido rechazado por las religiones patriarcales debido a que representaba la feminidad. Según esta hipótesis, las culturas de adoración de la diosa reverenciaban el 13 porque corresponde al número de ciclos lunares (menstruales) en un año (13x28=364). La “Venus de Laussel”-una estatuilla del paleolítico hallada cerca de las cuevas de Lascaux, a la que se suele citar como un ícono de la espiritualidad matriarcal- representa una figura femenina sosteniendo un cuerno con forma de cuarto creciente que tiene trece muescas.
Sea cual sea la razón, la triscadecafobia ha llevado a muchas extravagancias. Hay ciudades que no tienen una calle o avenida 13. Muchos edificios no tienen piso 13, saltándose del 12 al 14. Esto también sucede con casas o departamentos, en incluso con las filas de los aviones de algunas compañías. Ciertos cantantes y compositores han omitido la pista número 13 de sus discos. El avión de caza nazi desarrollado tras el He-112 fue designado He-100 para evitar la designación He-113 (dicen que Hitler era triscadecafóbico). En la compañía Renault existen modelos con todos los números (Renault 21, etc.), menos con el 13. El CorelDraw también cambió la numeración al llegar a la versión 13, y la llamó CorelDraw X3 (donde la X representa al 10 en números romanos). Y así, un sinfín de ejemplos. Los triscadecafóbicos evitan pronunciar el 13 y suelen referirse a este número como 12+1.
En la próxima entrada hablaré de otras fobias supersticiosas relacionadas con números. Mientras eso sucede, ¿quién adivina qué es la paraskavedekatriafobia?
9 comentarios:
Qué fobia más extraña! Y el nombrecito: tricadecafobia... parece un trabalenguas. Sin duda habemos tantos locos en el planeta, como seres humanos. ¿Cómo se llamaría la fobia a levantarse muuuy temprano? ¿Y al frío? ¿Y a la estupidez...?
Muy interesante post. Besos
viernes 13 ¿no?
13 besos
A.
¿Será la fobia a las palabras largas? No sé. Yo le tengo fobia a Hemingway. Y a unos cuantos más.
Seguiré leyendo para descubrir si encajo en alguna otra tara.
Saludos.
A, Seguro lo “gogleaste” como yo lo hice.
Yo reconozco que no sabía, pero analizando la palabra (ya sabiendo su significado) tiene lógica.
Fui muy malo para las etimologías, pero bueno, paraskavedekatriafobia, (decatria le veo la relación al 13) por lo demás, ni idea.
Nunca lo hubiera descifrado, pero es bueno conocerlo.
Saludos
Hola Strika,
La tricadecafobia si suena irracional, pero ya es algo del dominio público, a pesar de que el origen sea incierto.
Yo había leído (va otra hipotesis) que el 13, en el tarot es el número de la muerte, y por eso el miedo al número 13 esta tan arraigado como el miedo a la muerte y por ende a lo desconocido, es un miedo difundido de boca en boca, podría decirse que es un fenómeno social. Pero ya bien comentaste que bien sería un miedo que viene desde antes de cristo y el tarot medieval se haya basado en esas creencias.
Entonces... ¿Es miedo a los viernes 13?
Saludos,
Hugo
¡Qué interesante! Confieso que no había pensado en el miedo al número 13 como una fobia, pero tiene lógica. Aún así, no entiendo cómo es que la gente piensa que con sólo usar el número 14 para un piso o habitación por ejemplo ya no es de mala suerte, si factualmente sigue siendo el piso 13. Sería interesante saber si los verdaderos triscadecafóbicos también evitan los pisos, habitaciones o filas de avión con el número 14.
Besos de una fóbica del moho.
Mónica: Estoy de acuerdo. Hay de todo en la viña del señor. Ah, y la fobia al frío se llama criofobia.
D: Yo también me pregunto lo mismo... Pero creo que el miedo al 13 es simbólico y es nada más al número en tanto signo. Lo que sí es que no sé dónde leí que eso de saltarse pisos puede darle mala suerte a los que practican el bungee y calculan mal los metros de la cuerda que necesitan para saltar de cierta construcción. ¡Ahora sí que la superstición ajena les acarrea mala suerte a ellos!
En cuanto a la parascavedecatriafobia, la respuesta ya está publicada en una nueva entrada.
¡Saludos a todos!
No lo busque en internet E.
¿recuerdas aquel fatidico suceso por el que te estuve llamando desde XOCO a altas horas de la noche?
Bueno, seguro no lo notaste, fue un viernes 13, una amiga nos dijo que todo fue culpa de la fecha. No de la violencia en la ciudad, no de la corrupcion policiaca, no de la prepotencia e ineptitud de terceros...solo por la fecha.
Luego ella mas calmada me conto de su fobia, ahi me entere.
Personalmente el numero trece me gusta mucho, es de mis favoritos.
besos atentos
A.
No manches!
como voy a adivinar eso?
bueno, desde que te leo he ido aprendiendo muchas cosas super interesantes, mejor te sigo leyendo...
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