Me quedé pensando que también he escuchado que le buscan cinco pies (o patas) al gato, en lugar de tres. Pensé que quizá tendría que ver con la región donde se use la expresión, algo así como la versión peninsular o latinoamericana del dicho. Aunque también pensé que si en España se le buscaran cinco pies, Odara habría dicho algo en su comentario de la entrada anterior.
Como buena tripodóloga felina, me puse a investigar, y resulta que "buscarle tres pies al gato" es un dicho "corrompido" (¿qué onda con el léxico que a veces usan los puristas?). Al parecer, así lo cita el lexicógrafo Sebastián Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana (obra de 1611): "Buscar cinco pies al gato se dice de los que con sofisterías y embustes nos quieren hacer entender lo imposible; nació de que uno quiso probar que la cola del gato era pie". Este es el link de donde lo saqué y en el que pueden leer otras curiosidades como, por ejemplo, que en un inicio se le buscaban cinco pies al carnero y no al gato.
El dato curioso es que quizá fue Cervantes quien "corrompió" la expresión, pues resulta que en el Quijote (parte I, capítulo XXII) usa el dicho que se emplea actualmente y escribe:
"Váyase vuestra merced, señor, norabuena, su camino adelante, y enderécese ese bacín que trae en la cabeza, y no ande buscando tres pies al gato".
¿Error o licencia literaria? Sea lo que sea, viniendo de Cervantes, trascendió. Y la verdad se le agradece, ya que, aunque la expresión tenga menos sentido, tripodología suena mucho más bonito que pentapodología.
Como buena tripodóloga felina, me puse a investigar, y resulta que "buscarle tres pies al gato" es un dicho "corrompido" (¿qué onda con el léxico que a veces usan los puristas?). Al parecer, así lo cita el lexicógrafo Sebastián Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana (obra de 1611): "Buscar cinco pies al gato se dice de los que con sofisterías y embustes nos quieren hacer entender lo imposible; nació de que uno quiso probar que la cola del gato era pie". Este es el link de donde lo saqué y en el que pueden leer otras curiosidades como, por ejemplo, que en un inicio se le buscaban cinco pies al carnero y no al gato.
El dato curioso es que quizá fue Cervantes quien "corrompió" la expresión, pues resulta que en el Quijote (parte I, capítulo XXII) usa el dicho que se emplea actualmente y escribe:
"Váyase vuestra merced, señor, norabuena, su camino adelante, y enderécese ese bacín que trae en la cabeza, y no ande buscando tres pies al gato".
¿Error o licencia literaria? Sea lo que sea, viniendo de Cervantes, trascendió. Y la verdad se le agradece, ya que, aunque la expresión tenga menos sentido, tripodología suena mucho más bonito que pentapodología.
3 comentarios:
¡Ay, Strika, que yo no soy investigador, no me cargues con tanta responsabilidad! ;) Sí que he oído lo de los cinco pies en España, pero generalmente se dice tres, que yo sepa. Sin duda queda mucho mejor tripodología que pentapodología...
Jajaja. ¡No fue mi intención cargarte con tanta responsabilidad, Odara! Más bien, considerándote un informante fiable de esta disquisición tripodológica, aventuré la hipótesis de que si en España dijeran masivamente lo de los cinco pies, seguramente habrías dicho algo en tu comentario. ¿O no? ;)
¡Saludos!
PD. Ya edité la entrada: puse un hipervínculo a lo de "tu comentario" para que los que no leyeron la entrada anterior ¡entiendan mejor el punto!
Publicar un comentario