martes, 8 de abril de 2008

Lectura inacabada

Acabo de ejercer el tercero de los derechos imprescriptibles del lector. No es la primera vez que lo hago, pero esta vez me conflictuó un poco porque el libro era nada más y nada menos que del signore Eco (y aquellos que han seguido este blog desde sus inicios saben que soy una fan empedernida). Quienes han leído las novelas de don Umberto saben que, por lo general, las primeras 100 páginas suelen ser tediosas y lentas, pero que después se verá recompensado. De hecho, tengo la impresión de que Eco lo hace adrede, como una especie de coladera para filtrar a sus lectores. Pero en el caso de La isla del día de antes, la novela de lectura inacabada, simplemente me topé con una pared infranqueable que me impidió pasar de las primeras 80 páginas. El lenguaje era denso, denso, denso. Hay un excesivo abuso del lenguaje barroco que intenta transportarte al siglo xvii pero que es tan rebuscado que a mí, al menos, me fastidió por completo. Sospecho también que la traducción no es buena (no es el mismo traductor que El péndulo de Foucault ni El nombre de la Rosa). Habría que ver si el lenguaje en el original italiano es tan insufrible. En todo caso, cuando me di cuenta que la cosa no iba a cambiar, decidí dejar el libro. Llevaba más de un mes leyendo y releyendo las páginas que no entendía, dejándolo y retomándolo. Ya no puedo más. La vida es demasiado corta y como dijo Roberto Bolaño en voz del poeta García Madero: "todos los libros del mundo están esperando a que los lea".

7 comentarios:

A dijo...

No es algo de lo que pueda enorgullecerme, pero yo no termine de leer 'El sonido y la furia'.

Antes de ese libro, nunca habia dejado alguno sin terminar, cuando uno no me gustaba, simplemente me obligaba hasta la ultima pagina y el ultimo renglon (asi lei Harry Potter I por ejemplo)

Luego una amiga me presto El sonido y la furia diciendome que era el libro que cambio su vida y OH SI, OH SI, MAS MAS MAS!...

Ok, lo intente, cada vez que lo tomaba tenia que sintonizarme con Faulkner, que no era cosa dificil, pero no me gustaba el ambiente que se hacia torno a mi. Sufria con cada hoja, no es complicado, ni rebuscado...es que en algun sentido me lastimaba internamente (ignoro por que)

Se lo comentaba a una amiga, hasta que un dia me dijo: ''pues ya dejalo...¿por que le haces al masoquista?'

Estaba en la pp 103, y dije: Nunca mas pasare hambre..no es cierto, dije : nunca mas leere un libro que no me hace gozar.

La vida es muy corta, bien lo dices Strika Sama y no voy a perder el tiempo haciendo algo que no quiero hacer, pudiendo leer, escuchar, ver, disfrutar tantas cosas...

Este suceso ocurrio hace dos años, y hasta el dia de hoy he soltado 3 libros...no me arrepiento, he leido muchos mas que me hicieron reir, llorar, pensar, soñar, aprender, distraerme y evadir la realidad. Que -como diria Oscar de la Borbolla- es lo que hace que la vida valga la pena.

Besos interruptus
A

Enrique dijo...

Es cierto, cuando se te acaba el placer por leer un libro, pues no tiene caso seguir adelante.
Ahora mismo me está pasando.
Y como dice A, a veces uno se aferra y puede más el orgullo, pero al final te deja mal sabor de boca y lamentando haberlo leído.
Saludos

V Q's dijo...

OK. Let's read us, books. In the absence of them there is always the blog... ¿Eco tiene uno?

Jorge Pedro dijo...

"el péndulo de foucault" es uno de mis libros favoritos. y una enorme fuente de inspiración. saludos.

A dijo...

E: entonces ya regresame 'legado de sangre'

que no pueda mas tu orgullo :P

Besos de regreso
A.

Gevalher dijo...

Pues a mi me pasó lo que describes, lo dejé por un tiempo y luego retomé la lectura, pude avanzar y como tu bien lo sijiste, la recompensa fue enorme, Eco es genial.

Enrique dijo...

A.
No te regreso el libro, pues no me refería a ese. Lo cierto es que debo terminarlo.
Por cierto, tú regresame mi libro del Marqués de Sade, pues ese sí, ya lo terminaste.
Saludos