
Además de recomendar la película, quiero comentar dos “cuestiones etimológicas” que se mencionan en la película. Por un lado, Tolson les dice a sus alumnos que la palabra “denigrar” viene del latín niger que significa negro, y que de ahí se originó denigrare, “poner negro”. Es cierto: denigrare se usaba en sentido literal como “poner negro” o “manchar”, y más tarde empezó a usarse en sentido figurado como “desacreditar” o “manchar la reputación de alguien”. El problema es que por la forma cómo lo dice y el contexto en el que lo hace, el personaje interpretado por Washington insinúa que se trata de un término ofensivo. Dado el carácter popular del cine, los espectadores pueden hacerse una idea falsa y ver injurias donde no las hay. A ver si a los partidarios de la corrección política no se les ocurre condenar y censurar la palabra.
Por otro lado, Tolson les dice a sus alumnos que la palabra “linchar” (lynch) viene de Willie Lynch, un propietario de esclavos de las Indias Occidentales. Según él, Lynch fue invitado a Virginia por algunos dueños de esclavos para que les enseñara sus métodos para controlar a sus esclavos. Los métodos de Lynch eran muy simples, pero diabólicos: mantener al esclavo físicamente fuerte, pero psicológicamente débil y dependiente de su amo. Esta versión del origen de la palabra “linchar” está basada en un texto que apareció en Internet en 1993 y que supuestamente es el discurso que Willie Lynch dio en Virginia. Sin embargo, hace varios años se demostró que tanto el discurso como la historia era un bulo. Así que no solamente la mención es un anacronismo de la película (el texto del discurso apareció en los años noventa), sino que además contribuye a difundir un mito lingüístico.
Aunque existen muchas teorías acerca del origen de “linchar”, todo parece indicar que la palabra sí viene de un apellido. Una de las versiones más aceptadas es que proviene del Capitán William Lynch (1742-1820) de Virginia, quien dirigió un comité de vigilancia para mantener el orden durante la Guerra de Independencia. Otras fuentes señalan que el término proviene de Charles Lynch (1736-96), un magistrado también de Virginia que persiguió y encarceló tories (partidarios de los británicos) en su distrito. En todo caso, el término está asociado a la “Ley de Lynch” (1811) y se refiere a cualquier tipo de procedimiento sumario por el cual la multitud puede aprehender a un criminal, juzgarlo, condenarlo y ejecutarlo en el acto.