martes, 26 de agosto de 2008

El lenguaje según Microsoft

Hace unos diez años, más o menos, un ocioso –o quizás un tripodólogo felino- se puso a buscar algunos “términos espinosos” en el diccionario de sinónimos de Microsoft Word. Entre sus hallazgos encontró que la palabra “negro” tenía como sinónimos “maligno”, “siniestro” y “perverso”, y que los sinónimos de “blanco” eran “limpio”, “puro” y “occidental”. A su vez, “occidental” era sinónimo de “ario”, “civilizado” y “culto”. La palabra “indígena” tenía como sinónimos “salvaje”, “caníbal” y “antropófago”. Y el término “mestizo” era sinónimo de “bastardo”. Recuerdo que cuando escuché la noticia, yo -que también soy toda una tripodóloga felina- me puse a buscar algunas palabras y me topé con que para Microsoft los homosexuales eran “desviados” e “invertidos”, y las lesbianas "viciosas” y “pervertidas”. Como podrán imaginarse muy bien, en aquel entonces se armó la de Troya. El escándalo y las protestas fueron tales que Microsoft terminó pidiendo perdón y corrigiendo la nueva edición de su sinónimos. Por entonces Microsoft fue tildado de racista, sexista y fascista. Hoy, parece que se ha ido al otro extremo de la balanza: el de lo políticamente correcto (sobre dicho fenómeno ya di mi punto de vista en esta entrada).

En 2006 traduje del inglés la autobiografía de una madame de prostíbulo de los Estados Unidos. Por razones obvias, la novela estaba llena de lo que suele denominarse “malas palabras”. Curiosamente, cada vez que yo tecleaba el equivalente en español de alguna de esas palabras, el corrector de Word me la marcaba de rojo ya que no la reconocía. Nada más fácil que agregarla al diccionario para que dejara de marcarla. Pero el punto que me interesa rescatar es que para Word esas palabras simple y sencillamente no existen. Algunos de esos vocablos eran: prostituta, puta, pene, vagina, teta, coño, cagar, mear y caca. (Ojo: yo tengo la versión 2000 de Word, quizás eso haya cambiado en versiones más recientes). ¿Cómo es posible que para Microsoft no existan palabras que legítimamente son palabras y que además aparecen en todos los diccionarios? Además no sólo estamos hablando de palabras coloquiales y vulgares como coño y cagar, sino también de términos que suelen aparecer en los manuales de anatomía como pene y vagina.

Pero eso no es todo. El otro día me topé con una palabra que no conocía en inglés: golliwog. La busqué en Onelook, un motor de búsqueda de palabras y frases en inglés que te despliega resultados de un montón de diccionarios monolingües en línea. Por azares del destino elegí de la lista la entrada del diccionario de Encarta (que pertenece a Microsoft). Al darle clic al vínculo se me desplegó una página en la que se me advertía que la palabra solicitada contenía lenguaje considerado ofensivo, y después venía toda una letanía de que Encarta se toma muy en serio su responsabilidad de respetar el papel de los padres en la educación de sus hijos, por lo que habían clasificado el contenido de su diccionario de acuerdo con los consejos de la Asociación de Clasificación de Contenidos en Internet (ICRA, por sus siglas en inglés). Después de la advertencia tienes la opción de ver la entrada del diccionario, que obviamente fue lo que hice. Y cuál fue mi sorpresa al descubrir que golliwog no es ninguna palabra malsonante ni vulgar, ni asociada con nuestras partes íntimas, ni mucho menos. No. Golliwog es un muñeco negro de trapo. Buscando más allá en la red, leí que el Golliwog empezó como un personaje de una serie de libros infantiles escritos por la caricaturista estadounidense Florence Kate Upton a finales del siglo XIX. La autora se inspiró en un muñeco negro de trapo que tuvo en su infancia, pero hoy en día ese tipo de muñecos son considerados racistas y ofensivos. Aquí pueden leer más al respecto y ver imágenes del muñeco en cuestión.

Lo que a mí me sorprende no es que un muñeco o una imagen estereotipada provoque escándalo. Eso es bastante comprensible. Tampoco me extraña que la palabra misma sea considerada un término ofensivo por algunas personas, aunque ya empieza a costarme más trabajo entenderlo. Lo que de plano no puedo entender es que un diccionario me advierta que la palabra que estoy a punto de consultar es ofensiva. Los diccionarios suelen especificar en sus entradas que se trata de palabras vulgares, malsonantes o despectivas, pero de ahí a clasificar los contenidos y poner advertencias hay un gran trecho. ¡Nada más les falta poner que es bajo mi propio riesgo consultarla! Obviamente uno no puede esperar una gran calidad lexicográfica de una empresa como Microsoft. Sería como pedirle peras al olmo. Pero es preocupante porque para miles de personas esas son sus únicas fuentes.

Por si fuera poco, Encarta también te informa que si quieres puedes configurar tu navegador para bloquear “material potencialmente reprobable”, incluyendo entradas de diccionario que puedan ser ofensivas. Así si tu hijo quiere saber qué significa chingar, se va a tener que chingar porque no va a encontrar su significado por ningún lado. Cada quien educa a sus hijos como le da la gana, de eso no cabe duda. Pero a mí de veras no me entra en la cabeza que uno haga como si las palabras no existieran, ya sean malsonantes o “políticamente incorrectas”. Es tapar el sol con un dedo.

20 comentarios:

El Diablo Des. dijo...

Es la censura. ¿A qué grado se debe hacer o tal vez no se deba hacer para nada? Uno esperaría más profesionalismo de una empresa de esta envergadura.

No se que pensar, no tengo hijos y no se como los criaría si los tuviera. Me temo que en este tipo de cosas no se que opinar y me voy a (cobardemente) reservar mi pensar hasta que los tenga (si es que los llego a tener).

marichuy dijo...

Hola Strika

Tiene razón el diablo, es censura pura y dura, aunque hipócritamente [o debería decir pudorosamente?] simulada.

Me encantó este post, muy completo e ilustrativo; agradecible, para mi que soy medio ignorante... pero bien curiosa.

Saludos y gracias por tu visita

Mike dijo...

Las palabras existen para usarse.
Lo "Políticamente correcto" sólo es una forma de discriminación underground, para hacer sentir bien a quien las dicen pero no en público, conservando una "imagen correcta" ante todos.
Mi opinión: la neta si no es correcta al menos no es falsa

Saludos

camila dijo...

nada mas GRINGO que MICROSOFT.
Acabas de desribir a mas del 50 % de la población gringa. Incluyendo sus empresas.
Esta mal decir pene. Pero esta bien mandar a jóvenes a la guerra, y después dejarlos sin trabajo ni futuro. NICE

gamaliel dijo...

Lo que pasa es que Microsoft tiene infiltrados de pro vida y de la asociacion de padres de familia entre sus empleados...

Arcángel Mirón dijo...

Lo que decís está perfecto. Hace poco tiempo escribí sobre la necesidad y la urgencia de llamar a las cosas por su nombre. Vagina es vagina. Pene es pene. Cáncer es cáncer.

Hay gente que le teme a la palabra, porque la palabra define, y por lo tanto, acerca.

Bárbara dijo...

Me pareció muy interesante lo que escribiste y muy preocupante también porque si las palabras fueran sólo eso (animales a los que no les gusta estar enjaulados, la mejor definición de palabra que encontré, del amigo Burroughs) pero no, son un síntoma de la sociedad obtusa que traducen. Seguro lo conocés pero en el libro LTI se realiza todo un estudio de cómo cambiaron las palabras, la puntuación, los símbolos, las siglas, etc. durante el régimen nazi. Al principio uno se asombra y después se da cuenta que eso pasa todo el tiempo, que palabras o connotaciones directamente desaparecen del habla común, también en "democracia". La neolengua de Orwell sin ir más lejos. Una vez más, hemos ganado a la ficción. Mal que nos pese.
Un cordial saludo.

Gevalher dijo...

Cuando era pequeñín y estaba en la escuela un buen día se me ocurrió buscar los sognificados de varias malas palabras. De algunas habían sinónimos más tibios, y de otras parecían no existir (Eran diccionarios escolares) Luego me regalaron un Larousse ilustrado y ese sí era más completo. Mi madre siempre se encargó al menos de dejar a nuestro alcance los libros a los que pudiéramos acudir en busca de explicaciones, ya que al parecer ciertos temas incluso a ella la incomodaban.

Lo del golliwog, me recuerda al lío que hicieron con las estampillas de Memín Pinguín, (quien era el héroe de mi infancia, debo agregar), acusándolo de promover estereotipos denigrantes. Curioso, cuando fue ese personaje y sus amigos los que me introdujeron a la noción de lo que era el racismo especialmente en los EE.UU. de comienzos de los 60's.

Buscaré de nuevo en los famosos diccionarios de Microsoft a ver qué sorpresas encuentro. Bye...

Anónimo dijo...

La palabra "politicamente correcto" es una invención gringa. Yo viví en Estados Unidos por 5 años y tal vez lo que más me moleste de su sociedad es que sean hipócritas y puritanos. Le temen a las palabras por que en el fondo sienten culpa de ser, efectivamente: racistas, homofóbicos, fascistas, etc.
Una vez me criticaron por usar el término "white trash" y me tildaron de racista. Jajajaja! (ay! que traumados estan!)
Pero que podiamos esperar de Mocosoft? Si ni siquiera las palabras que no son de dudosa moral pueden escribir bien en su corrector? (ej. los meses vienen en minusculas)

Ojaral dijo...

Yo siempre escribí los meses en minúscula! Bueno, no importa. Estoy de acuerdo con vos en lo que decís. Las palabras son inocentes de la utilización que se haga de ellas. En cuanto a lo del muñeco, hay una película de Spike Lee en la que se habla mucho de él y de los estereotipos iconográficos o culturales sobre los negros: Bamboozzled, se llama. Lo curioso es que en la peli esos estereotipos son usados en sentido contrario al tradicional. Es bastante interesante, a pesar de la retórica sobrecargada y bienpensante.
Saludos.

Ganima dijo...

Hola querida Strika:

Ya me había dado cuenta de las limitaciones “cartuchas” (como decimos los chilenos) que tiene Microsoft Word.

Recordé una experiencia que tuve hace algún tiempo en la oficina, me encontraba redactando una carta con mi jefa y, al tratar de escribir la palabra CERCA, escribí CACA, pude darme cuenta que Word me la destacó como errada, yo instintivamente la agregue al diccionario notando la cara de espanto que tenía mi jefa, la miré y le dije que me había sorprendido de que no estuviera en el diccionario esa palabra, y ella me dijo que le parecía increíble que yo la hubiese agregado…

Solté una gran carcajada y le dije ¿que quieres que Haga?, ¿Que agregara CACU?… caca es una palabra y además que me gusta tanto como la palabra pene.

Muchos cariños para ti, ojalá que estés muy bien y que nunca falte tu gana de escribir en este blog, eres un tremendo aporte para mi y también para mi hijo que te manda un abrazo con sus bracitos subdesarrollados.

Chao.

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

¡Hola a todos!
Como siempre, muchas gracias por sus comentarios. Respondo algunos individualmente:

Diablo: Yo tampoco tengo hijos (y tampoco sé si tendré). Pero si algún día los tengo, no haré como que ciertas palabras no existen. Además, la curiosidad es parte de la infancia. Al igual que Gevalher, de niña yo también busqué "malas palabras" en el diccionario. Y personalmente no creo que sea muy sano para un niño saber que una palabra es malsonante, pero no tener idea de lo que significa. Tampoco me entra en la cabeza que si un niño gringo quiere saber lo que significa "nigger" o "golliwog" no pueda saberlo porque la palabra está censurada.

Arcángel: Es un tema que me interesa mucho. Como ya dije alguna vez en este blog, mi tesis de maestría está relacionada con el tabú y la censura en el lenguaje. Yo trabajé particularmente con el caso del VIH/sida y todas las omisiones que hay en el discurso que lo rodea. Con la palabra cáncer, también pasa mucho. No sólo es tabú, sino que a la gente como que le da miedo pronunciarla (no vaya a ser que con sólo decirlo uno se enferme). Son supersticiones, pero muy arraigadas. En mi tesis hablo del cáncer y de otras enfermedades. A ver si un día de estos publico algunas partes en el blog.

Molly: Totalmente de acuerdo, ya lo había dicho en otra entrada de este blog: el lenguaje políticamente correcto tiene aspiraciones orwellianas. En cuanto al libro que mencionas, LTI, no lo conozco. Lo buscaré ya que suena muy interesante.

Gevalher: Sí, de hecho iba a comparar lo del Golliwog con el caso de Memín Pingüín, pero se me pasó. Qué bueno que lo traes a colación.

Árabe: En cuanto a lo que dices, que les temen a las palabras porque en el fondo tienen culpa de ser racistas, es algo que siempre he pensado. Bueno, no exactamente así. Creo que les temen a esas palabras, porque temen ser racistas, fascistas, etc. (ya que todos esos "ismos" son un tabú contemporáneo).

Ah, y por cierto, en español los meses se escriben con minúscula.

Ojaral: No conozco esa película de Spike Lee, pero la buscaré. Gracias por la recomendación.

Ganima: Me has hecho reír mucho. Cariños también para ti.

Un abrazo a todos,
Strika

A dijo...

palabras politicamente correctas... a veces hasta con eso se puede decir vulgaridades y cochinadas

besos decentes
A.

Anónimo dijo...

Muy interesante!!
Lo primero que me vino a la mente es que Microsoft es una empresa americana e inmediatamente lo relacioné con el puritanismo americano. Yo creo que esto no sólo ocurre con el lenguaje sino con muchas otras cosas que nos llegan desde Estados Unidos.

Anónimo dijo...

Creo que las cosas hay que llamarlas por su nombre. Por ende, también creo en el poder de las palabras... Ojalá puedas leer un artículo que apareció en Confabulario, del Universal, que escribe Umberto Eco "Sobre lo politicamente correcto".

"La tarea de buscar sustitutos eufemísticos para evitar la discriminación o el racismo llega a resultar ridícula, impositiva, a veces falta de sentido común. Así lo demuestra el semiólogo italiano Umberto Eco en el siguiente texto... TE dejo el link
http://www.eluniversal.com.mx/graficos/confabulario/junio-15-07.htm


Jana

Bárbara dijo...

Hola, te lo paso, es interesante que estas cosas circulen...

http://textos.elvarapalo.com/blog/politica/la-lengua-del-tercer-reich-victor-klemperer

http://www.editorialminuscula.com/frameset.html

un saludo.

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Jana: Ya conocía ese artículo del Maestro Eco. Gracias de todos modos por el link. :)

MOlly: Gracias por los links. Se ve super interesante. Lo malo es que nunca he visto esa editorial en México. Será cosa de buscarlo y si no de comprarlo por Internet.

JP y A: Saludos.

gamaliel dijo...

No se porque este post me dejo dando vueltas en la cabeza un rato y llegue a las siguientes conclusiones:

respecto a utilizar como sinonimos negro y maligno, siniestro y perverso, creo, simplemente, que no tienen perdón de dios.

Respecto a que pensar sobre la actitud "mocha" o "conservadora" por advertir lo ofensivo que pueden resultar algunos contenidos, me parece que Microsoft, esta cuidando sus intereses como empresa (si hacerlo de esta manera es o no valido, es otra discusión, yo considero que no lo es). Me explico, a final de cuentas esta empresa le vende tanto a los mas liberales como a los mas mojigatos y por no poner ese tipo de barreras o filtros, quiza pensaron que estarían perdiendo clientes potenciales, a final de cuentas lo que quieren es vender lo mas que se pueda...

AndyPeCas dijo...

Muy buena observación y muy alarmante...Ví con agrado que en tu perfil pusiste como uno de los libros preferidos L´hygiéne del´assasin...Espero que lo hayas leído en su idioma original, ya que la traducción que yo encontré del mismo parecía hecha con el elnguaje de Microsoft...Perdón por la catarsis...

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Señor Gama: Entiendo lo que dices sobre Microsoft como una empresa que está cuidando sus intereses. Pero es que ese es el problema de mezclar la gimnasia con la magnesia. Que se limiten a fabricar y a comercializar software, y que no hagan diccionarios. Sé que suena medio ingenuo de mi parte, pues es una empresa que quiere hacer dinero. Pero si te vas a meter un ámbito (como la lexicografía) lo asumes con todas sus consecuencias. En fin, es todo un tema. Y de todos modos, sé que tú tampoco consideras válido lo que hacen. Un saludo

Andy: El libro de Amélie Nothomb sí lo leí en francés. Qué lástima lo que me cuentas de la traducción porque es un gran libro. Gracias por tu comentario. :)